Nueva política industrial
Javier Pulido Biosca
Ante los cambios que
se han dado en el país con la nueva participación privada en la producción de
energéticos es necesario que los diversos actores entiendan esta situación,
principalmente los privados que estaban acostumbrados a tratar con la empresa
pública y su lenta capacidad de respuesta.
Hoy en día es
necesario un mayor dinamismo en las respuestas no sólo a los requerimientos de
una economía de mercado, sino a las nuevas condiciones en que los impactos de
tipo social, ambiental y cultural sean acordes con la reglamentación aprobada
para México en las reformas, al mismo tiempo que armónicas con los convenios
internacionales signados por el país en los temas de derechos económicos,
sociales, culturales y ambientales.
El rezago que vive
Veracruz en esos temas es un reto para los meses venideros. La participación de
los privados en las zonas económicas especiales, en las que Coatzacoalcos vive
un entorno novedoso, fuerza a que salgan del nicho en que se mantenían e
incidan con proyectos propios en los renglones de infraestructura.
El modelo de las
asociaciones público–privadas abre un nuevo horizonte que fuerza a una mayor
intervención de los privados. Los que sepan entender que se trata de ir más
allá de pedir y decidan aportar proyectos y financiamientos lograrán mejores
expectativas. El tiempo dejará ver quiénes son y cómo lo consiguen.