lunes, 3 de diciembre de 2012

¿Una sombra persigue a EPN?


EPN recibe un país al borde del colapso social. Aunque la macroeconomía pinta cifras halagüeñas, éstas solo representan algo para quienes tienen ingresos multimillonarios: para el resto de los mexicanos las cifras son terribles.

Después de un sexenio dedicado a una guerrita con la que Calderón buscó legitimarse, criminalizando la protesta social, la decisión de EPN, igualmente espurio como el anterior, busca legitimarse de una manera que parece ser más inteligente: la creación del sistema de seguridad social universal con una pensión, a partir del próximo año, para todos los adultos mayores de 65 años.

El tiempo dirá si se obtienen logros. Por lo pronto anuncia que este beneficio a la seguridad social se obtendrá con una generación cero de déficit presupuestario.
Serán así dos cosas que complacen a dos tendencias muy distintas de la administración pública, una que se dirige hacia el beneficio social de la riqueza pública y otra a la austeridad administrativa. Si EPN cumple con ambas, logrará apenas un paso en su necesaria legitimación.

Otras respuestas

Promete regular dentro de la ley de Servicio Profesional de Carrera al magisterio. Esto va dirigido sobre todo al personal de las universidades públicas, que ni es acogido por el apartado A del Artículo 123, ni por el B, por lo que los académicos obtendrán garantía respecto de este derecho económico.

Por fin se reactivará el ferrocarril de pasajeros, principalmente en las zonas donde ya ha sido un reclamo de años, como es la zona conurbada de Monterrey–Saltillo y la de la ciudad de México con Querétaro.

Aunque ofrece limitar y sanear las deudas de las entidades, queda pendiente todavía la exigencia de transparencia en estados y municipios.
Protesta social

También queda pendiente liberar a la protesta social de las criminalizaciones que le amenazan. Ya se vio el día de la toma de posesión de EPN como, a quienes protestaban legítimamente se les incrustaron grupos violentos, a los que se calificó de “anarquistas”, y se les acusa de haber “arrojado bombas Molotov”, para detener algunos de los pretendidos causantes.

También se ve en muchas ciudades de México, y de Veracruz, movimiento de cuerpos policiales, que ni combaten el delito ni se justifica su presencia para nada más que crear un clima de terror.

Estas cosas parecen del más depurado cuño priista, al grado que algunos críticos, como Margó Glantz repiten la frase de Carlos Monsiváis: “me duele el olor a PRI”. Estas cosas es deseable que sean superadas, que se respete el derecho de las comunidades indígenas a tener o no proyectos de generadores eólicos; que se frenen las concesiones minera contaminantes, que afectan a comunidades, muchas a la distancia de las minas, como es el caso de las lixiviaciones de mercurio o de arsénico que llegan los mantos freáticos.

Si todo esto se lograra, sin violencia, sin corporaciones policíaco–militares, sin mentiras ni traición, de seguro EPN lograría legitimarse y esto beneficiaría a México y, de paso, a su partido. Lo contrario llevaría a México a un punto de no–retorno que derivaría en la completa ingobernabilidad.

Twitter: @JPBiosca

domingo, 2 de diciembre de 2012

Otro economista para Pemex



No bien salimos de la infamante estulticia y el cinismo de Suárez Coppel, economista del ITAM que desmantelara Pemex, ingresa otro economista de la misma raíz ITAM, Emilio Lozoya Austin, que tiene la firma de ese neoliberalismo cerrado y pragmático que, tal vez, funciona regular en la iniciativa privada, pero que es contradictorio y desarraigado en la empresa pública.

Tal vez un punto académico a su favor es que también tiene una Licenciatura en Derecho por la UNAM, universidad que es financiada por el pueblo de México, y que genera esa conciencia en sus egresados.

Un punto negativo podría ser que tiene Maestría en Desarrollo Internacional y en Administración Pública por la Universidad de Harvard, también dentro de los criterios pragmáticos y deshumanizantes que tienen al mundo actual en la crisis que se ve.
Fue Consejero Ejecutivo del Foro Económico Mundial, lo que deja clara su filiación con las posturas hegemónicas. Fue también Miembro de la Junta Directiva y Co-fundador de Cormus Capital y Presidente de Albacap Holdings, empresa dedicada al manejo de inversiones, lo que traerá la cola de saber qué tipo de especulaciones harán los políticos a través de esta empresa, de la que hay que retener el nombre.

El neoliberal currículum de Emilio Lozoya Austin suma el haber sido director en jefe para América Latina en el Foro Económico Mundial, oficial de inversiones en la Corporación Interamericana de Inversiones del BID, Co-fundador de TerraDesign, otra empresa que dará de qué hablar próximamente.

También es miembro del consejo de administración de la constructora española OHL
Es autor de estudios sobre política monetaria, productividad y competitividad, eficiencia de políticas públicas, educación y sistemas electorales. Nótese: nada que indique su conocimiento del petróleo.

Ha tenido premios: por el Foro Económico Mundial como uno de los Jóvenes con Liderazgo Global, en su iniciativa especial de los Global Leadership Fellows. En 2009, la revista Expansión lo ubicó como unos de los 30 líderes mexicanos destacados con menos de 40 años.

Nació el 9 de diciembre de 1974 y es hijo de Emilio Lozoya Thalmann, quien fuera director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y secretario de Energía en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

El reto para este político es responder a la altura de Petróleos Mexicanos, que es la mayor empresa de México y de América Latina y el mayor contribuyente fiscal del país.
Es de las pocas firmas petroleras del mundo que desarrolla toda la cadena productiva de la industria, desde la exploración, hasta la distribución y comercialización de productos finales.

Aquí el asunto pendiente es maximizar el valor de los activos petroleros y los hidrocarburos del país, satisfaciendo la demanda nacional de productos con la calidad requerida, de forma segura, confiable, rentable y sustentable.