martes, 18 de marzo de 2014

Saqueo y pillaje…

Aquí va otro artículo del amigo

Plaza de Banderas
Juan Antonio Valencia

Existe un nuevo fenómeno que solo se puede dar en México; el saqueo y el pillaje disfrazados de endeudamiento, en los dos mil cuatrocientos cuarenta ayuntamientos de todo el país. De todos estos centros edilicios en donde teóricamente deben fluir los recursos para satisfacer las necesidades de obra pública en cada municipio, solo siete de todos los ayuntamientos de la república terminaron en números negros, es decir sin adeudos y con finanzas sanas que entregar a administraciones entrantes, el resto es obvio que terminaron en quiebra.

Cuando en un negocio los números son rojos, significa la quiebra y la desaparición de la empresa, las causas pueden ser una mala administración, errores de cálculos, la instalación en un lugar inadecuado, demasiado personal, sueldos elevados y poca productividad, salida de dinero sin comprobar destino, o todos estos conceptos al mismo tiempo. ¿Qué le gusta?

Administrar dinero propio significa una mayor responsabilidad. Manejar dinero ajeno o público no es necesaria la responsabilidad y sí, la oportunidad de agenciarse parte del presupuesto, debido a todas la facilidades que se tienen, tanto en el gasto público, que se puede maquillar, como en la salida de dinero a través del presupuesto para una abultada nómina, o la re facturación de bienes y servicios o la práctica de inflar los costos en las obras públicas.

Los ayuntamientos son administraciones públicas, y como si fuera una empresa privada con capital público, el principal objetivo que debería prevalecer, es el de analizar, discutir y aprobar el presupuesto de egresos y la iniciativa de ley de ingresos del municipio. Cuidar que se recauden oportuna y correctamente los ingresos municipales. En tiempo y forma presentar oportunamente al congreso local las cuentas y comprobantes de recaudación y gastos de los fondos públicos. Entre otros celebrar convenios con las dependencias federales, estatales y con otros ayuntamientos para la realización de obras o la prestación de servicios públicos.

Entre otras cosas, aprobar los planes y programas de desarrollo urbano municipal, intervenir de acuerdo con las leyes federales y estatales en la regularización de la tenencia de la tierra urbana. Fomentar las actividades productivas, educativas, sanitarias, culturales y deportivas.

Sin embargo nada de esta teoría se aplica, y estas dependencias se han convertido en verdaderas agencias de colocaciones y empleos a todos los que sirvieron en campaña, convirtiéndose la mayor parte del presupuesto en recursos para pagar abultadas nóminas de empleados y exagerados sueldos para los funcionarios, cuyo enorme gasto corriente, impide de entrada, la inversión para la obra pública.
Posiblemente lo que más daño hace al estado, constituido por la ciudadanía; no por los funcionarios, son los sobreprecios que se cotizan en la escasa obra pública que se presenta, esto, ante la falta de un verdadero órgano rector que convertido en fiscalizador, pudiera auditar de forma clara y demostrar que se está actuando de forma dolosa. Hablo específicamente del estado el Veracruz.
En la república, en los delitos de todo género, existe el dolo y la culpa; la participación y la coparticipación; es decir el que actúa y el que permite el delito. Si se está dando el saqueo y el pillaje, en los dos mil cuatrocientos cuarenta ayuntamientos de todo el país, es porque esto lo están permitiendo los gobernadores, y si estos tácitamente lo autorizan y lo legitiman, es porque también participan.

A su vez, los gobernadores participan también del saqueo, como los casos más específicos; Fidel Herrera en Veracruz, Granier en Tabasco, Moreira en Coahula, y otros por citar un nefasto ejemplo, y esto es porque a su vez el presidente de la república Enrique Peña Nieto, se los permite, porque de su actuación se estima imposible que sea ajeno de participar.

México es un país al que difícilmente, entre un pequeño grupo de funcionarios, se lo puedan acabar, porque tiene el recurso de generar más impuestos, para tener más riqueza a disposición de quienes la administran. Lo mismo pasa en los estados en donde si hace falta más dinero para pagar campañas, para desviarlo a cuentas privadas, para crear comisiones de “periodistas” o para viajes de placer, el recurso es generar más ingresos a través de los impuestos, y de esto no existe ningún riesgo, debido a que el sector empresarial todo lo que le mandan lo digiere, aún cuando le merme sus ingresos y el grueso poblacional es sumiso y pusilánime.

En Veracruz, doscientos doce ayuntamientos terminaron en quiebra, debiendo los aguinaldos, sueldos, millonarios adeudos a proveedores, con presupuestos que desaparecieron, obra pública inexistente y fuertes adeudos a la banca.

Ante la falta de presupuesto, el endeudamiento y ante la administración del jugoso recurso, el saqueo, el pillaje y el legado a la administración entrante, ante la complicidad de los órganos rectores en materia financiera, que extorsionan a los responsables y dan carpetazo a cualquier posibilidad de responsabilidad por peculado y de esto, es responsable el gobernador, Javier Duarte de Ochoa.

El peculado es un supuesto delito en Veracruz, que se tipifica; que, si alguien dispone de dinero valores o cualquier bien recibido en administración, podría ser castigado con una penalidad de 4 a 15 años de prisión.

Mientras que el delito de robo es; a quien con ánimo de dominio, lucro o uso, se apodere de una cosa mueble, total o parcialmente ajena, sin consentimiento de quien legalmente pueda disponer de ella, se le sancionará de cuatro a siete años de prisión.

No obstante la gravedad del primer delito, al menos en Veracruz, después del saqueo que sufrieron los 212 municipios en la entidad, no se conoce que se haya abierto alguna investigación ministerial en contra de algún ex edil, para demostrar que existe al menos, peculado.

El pillaje fue disfrazado de endeudamiento, y el alcalde entrante dispuesto a pedir más dinero para tapar el robo, y al salir pedirá prestado para llevar y la historia vuelve a repetirse, y el delito no se castiga, debido a que gran parte del dinero va a las campañas políticas y a cuentas secretas de quienes gobiernan los estados.

¿Pero qué paridad o disparidad existe entre el delito de robo y peculado?

Existen grandes diferencias entre un ente que practica el peculado y otro que practica el robo. Primera el que va a robar se expone, se arriesga y expone incluso la vida para poder obtener o apoderarse de algo para su provecho personal, con un 50 % de posibilidades de que tenga éxito.

En tanto el que practica el peculado, no se expone en lo absoluto, porque tiene el recurso a su disposición, y tiene el 100 % de posibilidades. Y de ser sorprendido puede aún negociar y salir con el 70 % del botín adquirido sin ningún riesgo, y poder contar aún con el suficiente presupuesto para lavar su imagen a través de medios publicitarios, y poder alcanzar otras posiciones políticas en nuevas administraciones, como es el caso de Alberto Silva Ramos ex alcalde de Tuxpan, quien dejó una deuda histórica jamás soñada en todo el estado de poco más 2 mil 269 millones de pesos al 31 de diciembre pasado, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en su informe “Obligaciones Financieras de Municipios con la Banca Comercial, de Desarrollo y Emisiones Bursátiles ( 31 de diciembre de 2013) Silva Ramos ocupó después el cargo de Secretario de Desarrollo Social y ahora ocupa la Coordinación General de Comunicación Social del Gobierno del Estado, su imagen ya está totalmente limpia. Carolina Gudiño, ex alcaldesa de Veracruz, dejó deuda por 238.9 millones de pesos, en Xalapa la ex alcaldesa y actual dirigente del PRI Estatal, Elizabeth Morales dejó una deuda de 102.9 millones de pesos, estos son algunos de los personajes que se mostraron a través de una actitud, en donde el género, no es precisamente sinónimo de honestidad, por citar algunos ejemplos . Pero eso no fue todo, los alcaldes salientes, quedaron debiendo a la Secretaria de Finanzas y Planeación el impuesto a la nómina y al Instituto Mexicano del Seguro Social. Es decir se agenciaron los descuentos, pero no los pagaron, se los quedaron.

En todos los ayuntamientos que terminaron en quiebra, no hay claridad sobre el destino que tuvieron esos millonarios recursos que se tendrán que pagar en los años venideros, y ante el vació de poder y participación de los saqueos y pillaje, no hubo nadie que tuviera la iniciativa de exigir transparencia, ni siquiera el Congreso estatal. Esto habla de una participación general que preocupa, porque esto tendrá que repetirse siempre…

Correspondencia:
javmina@hotmail.com




















Oaxaca 570 puebla 217, Veracruz 212, el más cercano Jalisco 125 y el que menos tiene, Baja California Sur con 5

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