viernes, 25 de julio de 2014

La invención de un pasivo laboral

Javier Pulido Biosca

Con el cinismo y el autoritarismo que caracterizan al actual gobierno federal y que permea la mente de una mayoría de mexicanos, se dice que Pemex y la CFE suman un pasivo laboral de más de 2 billones de pesos. Pero no lo explican ni lo demuestran, sino que lo convierten en una propiedad de todos los mexicanos.
Y, claro, los legisladores, dominados por la ignorancia, la mediocridad y los compromisos, ni siquiera pidieron que se les demostrara para aprobar que una fracción de esa deuda la cargara el pueblo de México a través de sus impuestos.

De repente salió un pasivo laboral inconmensurable, cuando hace apenas un año, el consejero profesional de Pemex Fluvio Ruíz de Alarcón declaró a este redactor que los compromisos laborales de Pemex apenas llegaban al 1% del flujo de efectivo que tiene la empresa de los mexicanos (o que tenía antes de convertirse en una empresa “productiva” del gobierno).

Para que el lector tenga idea de la dimensión del flujo de efectivo de Pemex, nada más en su balanza comercial se contemplan saldos a favor que se ubican en un promedio de 2 mil millones de dólares, es decir, 26 mil millones de pesos mensuales, del que 260 millones de pesos mensuales corresponden a las obligaciones laborales, que se cubren mensualmente a los trabajadores activos y jubilados.

No es posible que la CFE tenga el resto de los pasivos laborales hasta completar los 2 billones de pesos, aunque no hay cifras de esto.

¿De dónde salen entonces los 2 billones de pesos?

Son una gran falacia de esas en las que se aprovechan los políticos de la gran ignorancia que tienen los mexicanos sobre los datos de la administración pública y de la aritmética elemental.

Para eso crearon el pésimo sistema educativo con que cuenta el país y, aunque sea indignante, les da resultados a quienes lo crearon.


Twitter: @JPBiosca

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