Ya no entendemos a cambio de qué fue que el
gobierno federal puso todo su aparato autoritario para implementar reformas que
entrañan grandes perjuicios y ningún beneficio.
Reformas que, además, fueron escritas desde
los servicios de inteligencia a cargo de los EU y dadas a las huestes de los
politicastros traidores desde la embajada de dicho país en México.
Parece una mentira que las infinitas riquezas
mineras, petroleras, de energía eléctrica, aguas, transporte y
telecomunicaciones, cuyos rendimientos habían bastado –y sobrado– para que los
aprovecharan las sucesivas hordas de predadores sexenales, dejando la fuente de
beneficio para que los sucesores, igualmente voraces, las aprovecharan si
necesidad de que afectaran las manipulaciones sociales, las dádivas y limosnas político–electoreras.
No entendemos por qué mataron a la “gallina de
los huevos de oro” a cambio de algunos miles de millones para sus bolsillos cubiertos
por la impunidad maravillosa del país, pero que dejan a la siguiente generación
de delincuentes y usurpadores, desprovista de los recursos para hacer lo mismo que
cada generación que ha venido aprovechando las infinitas riquezas mexicanas.
Esa nueva generación, cuando vea que ya todo
se fue y pasó a manos de las compañías, tal vez pueda desear perseguir a los
responsables del saqueo que abarató el costo (eso debería hacer).
Entonces se podrá prescindir de los partidos
de seudo oposición y su retórica manipuladora perderá toda relevancia, porque
serán los mismos usurpadores de la próxima camada los que persigan a sus
predecesores.
Así, desde dentro, las cosas volverán a su
equilibrio. Pero hasta entonces el perjuicio social será inconmensurable. Ojalá
esto último fuera mero pesimismo falto de realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario