martes, 30 de abril de 2019

¿Llegarán los 100 millones a obras de saneamiento?




Aunque es pública la fotografía en que el munícipe de Coatzacoalcos firma los documentos que pretendidamente formalizan la asignación de millones de pesos que habían sido retenidos por el gobierno que encabezó Javier Duarte de Ochoa en 2016, no tenemos la garantía de cuánta sea con exactitud la cantidad en cuestión.

En un comunicado oficial, fechado el 29 de abril, se dice que Coatzacoalcos recibirá 100 millones de pesos que fueron retenidos desde 2016. Sin embargo, en un comunicado anterior, fechado el 12 de abril el mismo munícipe declaro que “serán 240 millones de pesos que podrán ser utilizados para obra pública de aprobarse en Cabildo”.

Es evidente la desinformación generada por el confuso personaje. Caben dos explicaciones: o se están recibiendo los 240 millones de pesos y quieren que creamos que son sólo 100, o se están entregando 100 millones y hay pendientes otros 140 que nunca nos dirán cuándo llegaron, ni darán explicación alguna.

Ambas opciones dejan a Coatzacoalcos con tan sólo 100 millones sobre los que rendir cuentas. Ya intervendrán las constructoras de Miguel Pintos, o de algún otro político de la vieja cultura que se esconde con la Cuarta Transformación y explicará con facturas a modo que no pudieron resolverse los problemas de drenajes vertidos al río y al mar sin ser tratados. Quedará todo igual o peor.
También aparecerá alguno de los secuaces de la cruda Eusebia para facturar por obra pública en escuelas, o irán a parar a la Universidad Politécnica Sagrero, pero evitamos pensar si los otros 140 millones podrían desaparecer en manos de los voraces o del bótox de Olaf.

Sí es importante que se haga una detallada relación del dinero que ingresa y el que se aplica y los renglones detallados de su uso, porque quien esto firma sabe cómo se han vuelto éstos que decían ser la Raíz de la Esperanza. No todos, es cierto, pero la cabeza prefiere que le cultiven su conservadurismo y su miedo que realmente actuar como gobernante de izquierda al que tendremos que soportar otro año más.

jueves, 25 de abril de 2019

¿Qué tipo de “izquierda” es Morena?



Javier Pulido Biosca
Identidad-es

En un fervoroso discurso de toda una insufrible hora, escuché al alcalde de Coatzacoalcos, Víctor Carranza Rosaldo, decir “somos un gobierno de izquierda…”. Los asistentes tomaron aire, se sintieron como próceres mesiánicos y se aprestaron a escuchar los siguientes minutos de naderías fervientes.
No pude contener la pregunta “¿a qué llaman izquierda estos tipos?” ¿Sabrán siquiera qué significa izquierda?
Acababan de mandar a la calle, de la manera más arbitraria, a los 30 músicos que integraban la Orquesta de Música Popular de Coatzacoalcos. ¿Puede decirse de “izquierda” alguien que está en contra de los trabajadores? –Y no era cualquier tipo de trabajador, eran los que integraban una orquesta con 43 años de vida, que había resistido los embates de los peores gobiernos de Coatzacoalcos, los recortes de presupuesto, la falta de mantenimiento a los instrumentos. Pero nadie los había enviado a la calle por considerarlos inútiles.
Una “izquierda” que está contra del arte y del trabajador. No, me dije, eso no puede ser izquierda ni en la más crasa ignorancia. Afortunadamente, el Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, puso en orden este exceso arbitrario de la “izquierda” porteña.
Y es que hay una serie de características que definen a la izquierda en el mundo conceptual: A. La izquierda está con el trabajador, busca la unidad de los trabajadores y todas las garantías laborales. B. La izquierda fomenta las artes y las ciencias, busca su difusión y su crecimiento. C. La izquierda está a favor de la libertad de pensamiento, de la tolerancia y de la democratización del poder.
Nada de esto se cumplía en el momento en que ese alcalde, que llegó a llamarse “Comandante Supremo” de la seguridad municipal, se decía ser de “izquierda”.
Bien decía el maestro Roberto Williams García: “la ignorancia es osada…”.



sábado, 20 de abril de 2019

A tres años de la explosión de Mexichem



  • Criminal irresponsabilidad del privado al que se le cedieron los activos de Pajaritos
    • La empresa Mexichem cobró seguros por $ 1 500.00 millones de dólares, mdd





Javier Pulido Biosca


Identidades


A tres años de la criminal explosión de Mexichem en Pajaritos, se muestra que las privatizaciones del sector provocaron acciones irresponsables y dolosas y en perjuicio de los trabajadores, pero el gobierno actual nada ha hecho por remediar esta situación.
En 2012, al fin del sexenio encabezado por Felipe Calderón, se debatía la validez de la alianza de Pemex Pajaritos y Mexichem. Entrañaba infinidad de irregularidades, entre las que se mencionaba la incapacidad de ceder, donar o vender los activos de la nación que estaban en ese complejo petroquímico, el primero construido en el municipio de Coatzacoalcos y que detonó la petroquímica nacional.
En esa época Rocío Nahle compartía sus ideas sobre el respecto y advertía la necesidad de evitar todos los ilícitos que entraña ceder los activos de la nación a un privado.
Para 2013, se pasó por alto esa limitación legal y se creó la empresa Petroquímica Mexicana del Vinilo, con la participación de las propiedades de Pemex y la administración de Mexichem. A pesar de la ilegalidad manifiesta en el procedimiento, en sesión extraordinaria del Consejo, presidida por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y con la presencia del director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, se aprobó llevar a cabo la integración de la cadena productiva Sal-Cloro/Sosa-Etileno-MC, para lo que autorizó la participación de Pemex Petroquímica (PPQ) en dicha sociedad de coinversión con la empresa Mexichem.
Por otro lado, el hecho de que Mexichem haya dado a conocer esta “coinversión” en la Bolsa Mexicana de Valores, BMV, hace pensar que toda esta cadena de irregularidades se hace para favorecer a algún político que, por ser inversionistas anónimos, dejan poca transparencia y siempre puede ser que una sola persona sea quien adquiera la totalidad de las acciones que sean emitidas, expresó el abogado Rogelio Martínez Hernández en 2013.
En ese entonces, Mexichem anunció que aportaría a la sociedad un total de 556 millones de dólares.
La empresa privada señaló que esta coinversión permitiría un aumento exponencial en la producción de cloruro de vinilo, incrementando 24 mil toneladas en el primer año de operación, 146 mil en el segundo y 217 mil en el tercero.
Pero eso no se cumplió, sino que Mexichem sólo alcanzó una producción de 170 mil toneladas anuales de cloruro de vinilo en 2015, poco menos de las 185 mil toneladas logradas en el año de 2012. La ambición y las promesas de Mexichem fracasaron.

Fracaso y explosión
Y fracasaron las promesas porque aunque la planta de Clorados III de Pajaritos estaba diseñada para producir 400 mil toneladas anuales, el procedimiento erróneo para lograr el vacío en el proceso de arranque provocó daños irreversibles.
La inversión para remediar esto requería la reconstrucción completa de la planta, lo que costaría a la empresa del banquero Antonio del Valle una cantidad cercana a los 556 millones de dólares anunciados, por lo que el también especialista en seguros decidió contratar un seguro por el costo de la planta y de la producción programada para el caso de accidentes fortuitos. Un total de 1 mil 500 millones de dólares se aseguraron.
Para el abogado Rogelio Martínez Hernández, especializado en temas de la industria, la explosión fue “a propósito, ya que el contrato mercantil firmado entre Mexichem y Pemex está signado por empleados de bajo nivel y cuyas funciones en las empresas no son las de representar a estas entidades, como es el caso de Enrique Verazas Mijangos, quien fue jubilado por Pemex y pasó a las filas de Mexichem”.
Los seguros por 1 mil 500 millones de dólares, mdd, ya fueron cobrados por Mexichem y con esto, a decir de Martínez Hernández, la empresa logró su cometido de tener ganancias mayores al accidente.
“Así trabajan estas empresas, cuyos funcionarios y aparentes dueños encubren la propiedad de accionistas anónimos entre los que figuran personajes de la política, como Carlos Salinas de Gortari”, afirmó Rogelio Martínez.
Para conseguir estos cometidos las empresas utilizan la técnica de “doble puerta”, involucrando a personas de la banca para que autoricen y paguen seguros, a la vez que políticos para que los permisos y las materias primas sean facilitados.