- Criminal irresponsabilidad del privado al que se le cedieron los activos de Pajaritos
- La empresa Mexichem
cobró seguros por $ 1 500.00 millones de dólares, mdd
- La empresa Mexichem cobró seguros por $ 1 500.00 millones de dólares, mdd
Javier Pulido Biosca
Identidades
A tres años de la
criminal explosión de Mexichem en Pajaritos, se muestra que las privatizaciones
del sector provocaron acciones irresponsables y dolosas y en perjuicio de los
trabajadores, pero el gobierno actual nada ha hecho por remediar esta
situación.
En 2012, al fin del
sexenio encabezado por Felipe Calderón, se debatía la validez de la alianza de
Pemex Pajaritos y Mexichem. Entrañaba infinidad de irregularidades, entre las
que se mencionaba la incapacidad de ceder, donar o vender los activos de la
nación que estaban en ese complejo petroquímico, el primero construido en el
municipio de Coatzacoalcos y que detonó la petroquímica nacional.
En esa época Rocío
Nahle compartía sus ideas sobre el respecto y advertía la necesidad de evitar
todos los ilícitos que entraña ceder los activos de la nación a un privado.
Para 2013, se pasó por
alto esa limitación legal y se creó la empresa Petroquímica Mexicana del
Vinilo, con la participación de las propiedades de Pemex y la administración de
Mexichem. A pesar de la ilegalidad manifiesta en el
procedimiento, en sesión extraordinaria del Consejo, presidida por el
secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y con la presencia del director
general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, se aprobó llevar a cabo la integración
de la cadena productiva Sal-Cloro/Sosa-Etileno-MC, para lo que autorizó la
participación de Pemex Petroquímica (PPQ) en dicha sociedad de coinversión con
la empresa Mexichem.
Por otro lado, el hecho de que Mexichem haya
dado a conocer esta “coinversión” en la Bolsa Mexicana de Valores, BMV, hace
pensar que toda esta cadena de irregularidades se hace para favorecer a algún
político que, por ser inversionistas anónimos, dejan poca transparencia y
siempre puede ser que una sola persona sea quien adquiera la totalidad de las
acciones que sean emitidas, expresó el abogado Rogelio Martínez Hernández en
2013.
En ese entonces, Mexichem anunció que
aportaría a la sociedad un total de 556 millones de dólares.
La empresa privada señaló que esta coinversión
permitiría un aumento exponencial en la producción de cloruro de vinilo,
incrementando 24 mil toneladas en el primer año de operación, 146 mil en el
segundo y 217 mil en el tercero.
Pero eso no se cumplió, sino que Mexichem sólo
alcanzó una producción de 170 mil toneladas anuales de cloruro de vinilo en
2015, poco menos de las 185 mil toneladas logradas en el año de 2012. La
ambición y las promesas de Mexichem fracasaron.
Fracaso
y explosión
Y fracasaron las promesas porque aunque la
planta de Clorados III de Pajaritos estaba diseñada para producir 400 mil
toneladas anuales, el procedimiento erróneo para lograr el vacío en el proceso
de arranque provocó daños irreversibles.
La inversión para remediar esto requería la
reconstrucción completa de la planta, lo que costaría a la empresa del banquero
Antonio del Valle una cantidad cercana a los 556 millones de dólares
anunciados, por lo que el también especialista en seguros decidió contratar un
seguro por el costo de la planta y de la producción programada para el caso de
accidentes fortuitos. Un total de 1 mil 500 millones de dólares se aseguraron.
Para el abogado Rogelio Martínez Hernández,
especializado en temas de la industria, la explosión fue “a propósito, ya que el
contrato mercantil firmado entre Mexichem y Pemex está signado por empleados de
bajo nivel y cuyas funciones en las empresas no son las de representar a estas
entidades, como es el caso de Enrique Verazas Mijangos, quien fue jubilado por
Pemex y pasó a las filas de Mexichem”.
Los seguros por 1 mil 500 millones de dólares,
mdd, ya fueron cobrados por Mexichem y con esto, a decir de Martínez Hernández,
la empresa logró su cometido de tener ganancias mayores al accidente.
“Así trabajan estas empresas, cuyos
funcionarios y aparentes dueños encubren la propiedad de accionistas anónimos
entre los que figuran personajes de la política, como Carlos Salinas de
Gortari”, afirmó Rogelio Martínez.
Para conseguir estos cometidos las empresas
utilizan la técnica de “doble puerta”, involucrando a personas de la banca para
que autoricen y paguen seguros, a la vez que políticos para que los permisos y
las materias primas sean facilitados.