El tercer jueves de
noviembre fue declarado por la unesco
como día mundial de la filosofía, cosa que sucedió en la primera década el
siglo XXI (2002).
Muy razonable que este
siglo de pocas luces haya comenzado dando un lugar al pensamiento filosófico,
al acto de reflexión que se interroga por lo que son las cosas en sí mismas.
Seguro que se preguntará usted ¿qué son esas cosas, de qué habla?
A todo cuanto existe,
incluso a nosotros mismos, se le puede designar con la palabra objeto, cosa o
ser particular. Bien, pues la filosofía se ocupa de todas las cosas, o de todos
los seres, incluso de sí misma y de todo lo que se puede decir algo.
Sí, efectivamente la
filosofía es un tanto general y abstracta, por la precisión de su vocabulario,
como lo son todas las ciencias. Sin embargo la filosofía indaga por lo común
que tienen todos los seres y eso significa que tiene que ver con todos, es lo
más común. También lo es porque se da de manera natural desde la infancia,
¿Quién no ha
presenciado diálogos de niños en que se hacen preguntas sobre quién o dónde se
originó todo cuanto existe? Esto que hacen es un tipo de pregunta filosófica y
científica que todavía hoy en día se plantea en el acelerador de hadrones en la
comunidad europea. Preguntas que se hacen los niños y los más especializados
físicos son también preguntas filosóficas.
Si la capacidad de
asombro del niño está presente también en el físico matemático de la actualidad
al mismo tiempo que en la filosofía a lo lago de la historia es porque resulta
común a la humanidad entera, claro que en modos distintos porque no es lo mismo
con la mayor parte de las personas, que tal vez se hicieron esas preguntas de
niños, pero no hubo un entorno que facilitara desarrollarlas y un científico o
filósofo de carrera que se dedican profesionalmente a eso. Porque hay que
reconocer que en una sociedad como la actual son entidades escasas (vis rarae).
Así, entonces, si la
fecha sirve para recordar frases famosas como la de Pitágoras al que alguien le
preguntó si él era un sabio (sophos), lo que Pitágoras contestó que no que él era
un simple buscador (filia) de la sabiduría que era solo un filósofo. Así surgió
la palabra “filosofía”, que la usamos para designar esa busca de saber sobre
las cosas en sí mismas.
Aristóteles también
llamaba a la filosofía como el estudio de lo que ha sido el Ser. Y regresamos a
la sabiduría de la Grecia antigua: “conócete a ti mismo y de nada mucho”.
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