Javier Pulido Biosca
Hace años, cuando el
PRI era un partido hegemónico, las decisiones eran unilaterales, desde la
cúpula y de los intereses de los más encumbrados personajes.
Esta costumbre, que en
su momento se justificaba pero que se volvió un vicio, colocó en cargos de
elección popular a personajes que llegaron ahí para enriquecerse y se olvidaron
de sus responsabilidades de gobierno. Y el pueblo se los cobró, con justa razón
en 2018.
Después de un sexenio
entero para darse cuenta de lo que habían hecho en contra de la voluntad
popular, una gran cantidad de políticos acomodaticios lo único que han
entendido es de una nueva manera de lucrar con los cargos públicos, que es
seguir los viejos pasos que conocieron y cuya directriz pasó a Morena, un
partido diseñado para aprovechar el resentimiento de muchos mexicanos y
hacerles creer que eran poseedores de una ideología de izquierda que daría fin
a la hegemonía del PRI, pero no a los vicios y las malas prácticas.
Y lo consiguieron de
la manera más barata: se aliaron con las cabezas visibles de partidote, que en
ese entonces eran del gremio de la CTM, y consiguieron que se dejara ganar por
primera vez la presidencia de Coatzacoalcos a cambio de dar entrada a Rocío
Nahle, quien dio negocio a algunos de los ricachos del pueblo y otros que se
les fueron adhiriendo al saber que había negocio en Dos Bocas y en el tren
maya, proyectos emblemáticos en los que la CTM les sirve y les cubre las espaldas,
mayormente a través de jugosos contratos realizados por terceros, a ese costo,
el entonces partidote perdió el gobierno de Coatzacoalcos pero todos estuvieron
contentos porque la CTM amplió sus puestos de trabajo y su control sobre los
trabajadores de la industria al colocar los puestos de Dos Bocas, el gasoducto
que llegará pronto a Coatzacoalcos, etc.
Pero el PRI seguía
sufriendo porque sus regidores se volvieron aliados de Morena y su dirigente
cetemista también. En 2021 se volvieron a perder las elecciones, se inició una
defensa en los tribunales y ya la tenía ganada el PRI cuando le recordaron a
las cúpulas que el pacto era perder y ganó más beneficios al ponerse
“interesante” gracias al proceso jurídico de la elección que negoció para perder.
Vuelve la cargada para
2024. La inconformidad de los ciudadanos es medianamente reflejada en un PRI
empobrecido por quienes se han beneficiado toda su vida de cargos inmerecidos o
de representaciones gremiales ficticias.
Sabiendo esto, la
consigna es volver a perder y eso sólo se consigue si quien encabeza el PRI en
Coatzacoalcos coloca a un dirigente que obedezca y ponga malos candidatos y
deja sueltas las elecciones en las casillas, pero haga creer que es opositor.
Estas finesas degradan al político, pero muchos lo hacen.
Ahora el camino es más
complejo que en 2021 porque hoy se juega también el futuro de Veracruz y el de
México. Y Rocío Nahle sabe que no la quieren los veracruzanos por la simple
razón de no ser nacida en esta entidad sino en Zacatecas.
Así que el camino fue
seguir la misma ruta que habían ya ensayado y ver que el siempre perdedor CTM
aliviara el camino con lo que podría ser el Frente Amplio Opositor, formado de
PRI, PAN y PRD junto con diversos ciudadanos independientes.
Y se entró ya en el
proceso electoral, desde el pasado 1 de septiembre, periodo en que los
estatutos del PRI prohíben tener elecciones en los comités municipales,
estatales y en el nacional. Consensaron Rocío, sus “empresarios” y Vasconcelos
y utilizaron al diputado Pepe Yunes, aspirante a la gubernatura de Veracruz
para que indicara al comité estatal del PRI a que cambiara el comité en
Coatzacoalcos para facilitar el triunfo a Morena y justificar que se perdiera
Veracruz para favorecer a Nahle, le pusieron la renuncia en la mesa a Matías
Pacheco y convencieron con promesas a la secretaria general Nereida Santos y listo,
ahora dicen que se hizo una auscultación a la base y que de ahí surge el nombre
de Octavio Sen, pero todos saben una realidad: no fue el priismo quien decidió,
fue el sindicalismo que sigue floreciendo extrañamente en los tiempos de la 4T
y adheridos al PRI, ilógico o no, luego este “liderazgo” el de Adolfo Ramírez
Arana, decidido también unilateralmente por “Alito–AMLO” hacen creer a PEPE
YUNES que hay encuestas que le favorecen y engaña al otro aspirante a la
gubernatura jarocha, Héctor Yunes Landa. ¿O tienen ambos un acuerdo con Morena?
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