viernes, 31 de agosto de 2012
Veracruz criminaliza la protesta
Ayer amanecimos con la noticia que era esperada, los magistrados de la Suprema Corte. Máximo órgano judicial del país, haciendo uso de todos los artilugios legalistas, limpiaron la elección presidencial de todas las acusaciones de compra de votos, exceso en los recursos empleados, uso de dinero cuyo origen es incierto, amenazas, amagos, etc.
Esto era de esperarse, ya ningún mexicano desconoce que se gobierna en la absoluta impunidad y el suceso esperado, ya sin gracia ni sorpresa, confirma que la máxima autoridad judicial está comprometida con el delito.
Esto ha venido provocando sucesivas protestas y, entre ellas, algunas que han sido criminalizadas en Veracruz que, aún siendo delitos menores, como la pinta de grafiti, son perseguidos como si fueran delitos mayores cuando expresan protestas e inconformidades.
Esto se ve por todas partes. Los ejemplos locales sobran: mientras que a ladrones, que son sorprendidos en flagrancia por la policía municipal, se les retiran los cargos por ser parte de algún grupo político, a otros que hacen pintas para expresar sus inconformidades se les trata como delincuentes mayores y se les procesa como si hubieran cometido el más grande de los delitos.
Sin embargo debería ser distinto en Veracruz, entidad por la que llegó la pretendida “civilización” europea y el “estado” de derecho al continente americano.
Hoy está en el foco de las críticas por una cosa menor que podría haberse resuelto con una simple orden de escritorio emanada desde el sentido común.
Se ve, en cambio, que la medida del delincuente es la de las cantidades que puede aportar para lograr su impunidad. Esto no es nuevo, pero se confirma cada vez con mayor nitidez. ¿Qué le queda a la gran mayoría de los mexicanos, que es la que intenta vivir con honorabilidad?
Parece que tan sólo le queda su propia conciencia y, con ello, las cuestiones jurídicas pasan al ámbito privado de la moralidad y deja de ser la legalidad un asunto público. Entonces, ¿para qué sirven las instituciones? ¿Es que su única función es avalar delitos y empobrecer al pueblo?
Twitter: @JPBiosca
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