miércoles, 30 de julio de 2014

Un país sin soberanía ni recursos




Ya no entendemos a cambio de qué fue que el gobierno federal puso todo su aparato autoritario para implementar reformas que entrañan grandes perjuicios y ningún beneficio.

Reformas que, además, fueron escritas desde los servicios de inteligencia a cargo de los EU y dadas a las huestes de los politicastros traidores desde la embajada de dicho país en México.

Parece una mentira que las infinitas riquezas mineras, petroleras, de energía eléctrica, aguas, transporte y telecomunicaciones, cuyos rendimientos habían bastado –y sobrado– para que los aprovecharan las sucesivas hordas de predadores sexenales, dejando la fuente de beneficio para que los sucesores, igualmente voraces, las aprovecharan si necesidad de que afectaran las manipulaciones sociales, las dádivas y limosnas político–electoreras.

No entendemos por qué mataron a la “gallina de los huevos de oro” a cambio de algunos miles de millones para sus bolsillos cubiertos por la impunidad maravillosa del país, pero que dejan a la siguiente generación de delincuentes y usurpadores, desprovista de los recursos para hacer lo mismo que cada generación que ha venido aprovechando las infinitas riquezas mexicanas.

Esa nueva generación, cuando vea que ya todo se fue y pasó a manos de las compañías, tal vez pueda desear perseguir a los responsables del saqueo que abarató el costo (eso debería hacer).

Entonces se podrá prescindir de los partidos de seudo oposición y su retórica manipuladora perderá toda relevancia, porque serán los mismos usurpadores de la próxima camada los que persigan a sus predecesores.


Así, desde dentro, las cosas volverán a su equilibrio. Pero hasta entonces el perjuicio social será inconmensurable. Ojalá esto último fuera mero pesimismo falto de realidad.

viernes, 25 de julio de 2014

La invención de un pasivo laboral

Javier Pulido Biosca

Con el cinismo y el autoritarismo que caracterizan al actual gobierno federal y que permea la mente de una mayoría de mexicanos, se dice que Pemex y la CFE suman un pasivo laboral de más de 2 billones de pesos. Pero no lo explican ni lo demuestran, sino que lo convierten en una propiedad de todos los mexicanos.
Y, claro, los legisladores, dominados por la ignorancia, la mediocridad y los compromisos, ni siquiera pidieron que se les demostrara para aprobar que una fracción de esa deuda la cargara el pueblo de México a través de sus impuestos.

De repente salió un pasivo laboral inconmensurable, cuando hace apenas un año, el consejero profesional de Pemex Fluvio Ruíz de Alarcón declaró a este redactor que los compromisos laborales de Pemex apenas llegaban al 1% del flujo de efectivo que tiene la empresa de los mexicanos (o que tenía antes de convertirse en una empresa “productiva” del gobierno).

Para que el lector tenga idea de la dimensión del flujo de efectivo de Pemex, nada más en su balanza comercial se contemplan saldos a favor que se ubican en un promedio de 2 mil millones de dólares, es decir, 26 mil millones de pesos mensuales, del que 260 millones de pesos mensuales corresponden a las obligaciones laborales, que se cubren mensualmente a los trabajadores activos y jubilados.

No es posible que la CFE tenga el resto de los pasivos laborales hasta completar los 2 billones de pesos, aunque no hay cifras de esto.

¿De dónde salen entonces los 2 billones de pesos?

Son una gran falacia de esas en las que se aprovechan los políticos de la gran ignorancia que tienen los mexicanos sobre los datos de la administración pública y de la aritmética elemental.

Para eso crearon el pésimo sistema educativo con que cuenta el país y, aunque sea indignante, les da resultados a quienes lo crearon.


Twitter: @JPBiosca

lunes, 21 de julio de 2014

CFE: las tarjetas del engaño


Javier Pulido Biosca

Se ha venido diciendo que ahora se moderniza la CFE con tarjetas de prepago, en las que sucederá como en los teléfonos, nunca se sabe el origen del cargo, sino que avisan cuando está agotado el saldo.
Pero sucede que, por más que cierta prensa vendida al amarillismo quiere captar lectores con falacias, el cambio de esquema no es obligatorio sino opcional.

Y por eso no hay que aceptar el engaño. La propuesta tiene más de dos años de estarse promocionando pero no tiene respuesta debido a la desconfianza que hay en las instituciones del país.
La mecánica es la siguiente:

Pasan a las casas diciendo que ahora los medidores llevarán un lector de tarjeta para que mensualmente pagues tu luz. Que si no lo autorizas un supervisor pasará después cambiando el medidor estés o no estés en casa porque ahora esa es la nueva forma de pago.

Esto es falso:

1. Estas personas que pasan haciendo el cambio no son de cfe sino de iusa, la empresa que lleva la facturación con el método de tarjeta.

2. La tarjeta inteligente es opcional y el cambio es voluntario. No es un esquema nuevo de pago sino una opción alternativa al recibo bimestral.

3. Con el recibo la paga es en oxxo, x24, Chedraui y mil lugares más mientras con la tarjeta fuerzan al usuario a ir al área de atención a clientes de las oficinas de cfe a pagar, después de una fila infinita.

4. No dicen que vendrá un cargo inicial por depósito en garantía de casi 100 pesos adicionales al consumo del mes.

5. Cuando se desea cambiar de tarjeta a recibo bimestral se tiene que finiquitar y pagar un cargo de más de 150 pesos adicionales.

6. El recibo bimestral que todos conocemos va a seguir, no lo van a quitar.

Cada quién cómo pagar su luz, la tarjeta inteligente no es fuerza.


Twitter: @JPBiosca

viernes, 18 de julio de 2014

Desmantelan Pemex desde dentro


GERENTE DE SEGURIDAD EN PPQ VIOLA EL PROPIO REGLAMENTO
Contrario a lo que establece la Practica No. 1 del Sistema de Salud, Seguridad y Protección Ambiental (), por no demostrar ningún compromiso con la reglamentación, Juan José Garfias Linares, quien ostenta y cobra el puesto de gerente de Seguridad y Protección Ambiental de los Complejos de Pemex Petroquímica, llegó a la planta de ETILENO del Complejo Morelos sin el debido equipo de seguridad.

Atinadamente, los trabajadores sindicalizados del Complejo Petroquímico Morelos, le impidieron realizar un recorrido en el Interior de esta planta el pasado día martes 15 de Julio, recorrido que se haría con personal del Corporativo de Petróleos Mexicanos que visitó este Complejo Petroquímico para verificar precisamente cuestiones de Seguridad.

El Personal Corporativo se pudo dar cuenta que justamente el que NO CUMPLE con su Equipo BÁSICO DE PROTECCIÓN PERSONAL (NO TRAÍA ZAPATOS DE SEGURIDAD Y ROPA DE ALGODÓN) es Efectivamente el Propio Gerente de Seguridad, quien viola el Reglamento de Seguridad e Higiene de Petróleos Mexicanos en sus artículos más elementales.

También quedó de manifiesto que a este Garfias Linares es un desconocido en los Complejos Petroquímicos ya que nunca o casi nunca realiza visitas a estos centros de trabajo y tal como su Anterior Jefe Beverido Lomelí lo maneja a Control Remoto desde la Ciudad de México.


martes, 18 de marzo de 2014

Saqueo y pillaje…

Aquí va otro artículo del amigo

Plaza de Banderas
Juan Antonio Valencia

Existe un nuevo fenómeno que solo se puede dar en México; el saqueo y el pillaje disfrazados de endeudamiento, en los dos mil cuatrocientos cuarenta ayuntamientos de todo el país. De todos estos centros edilicios en donde teóricamente deben fluir los recursos para satisfacer las necesidades de obra pública en cada municipio, solo siete de todos los ayuntamientos de la república terminaron en números negros, es decir sin adeudos y con finanzas sanas que entregar a administraciones entrantes, el resto es obvio que terminaron en quiebra.

Cuando en un negocio los números son rojos, significa la quiebra y la desaparición de la empresa, las causas pueden ser una mala administración, errores de cálculos, la instalación en un lugar inadecuado, demasiado personal, sueldos elevados y poca productividad, salida de dinero sin comprobar destino, o todos estos conceptos al mismo tiempo. ¿Qué le gusta?

Administrar dinero propio significa una mayor responsabilidad. Manejar dinero ajeno o público no es necesaria la responsabilidad y sí, la oportunidad de agenciarse parte del presupuesto, debido a todas la facilidades que se tienen, tanto en el gasto público, que se puede maquillar, como en la salida de dinero a través del presupuesto para una abultada nómina, o la re facturación de bienes y servicios o la práctica de inflar los costos en las obras públicas.

Los ayuntamientos son administraciones públicas, y como si fuera una empresa privada con capital público, el principal objetivo que debería prevalecer, es el de analizar, discutir y aprobar el presupuesto de egresos y la iniciativa de ley de ingresos del municipio. Cuidar que se recauden oportuna y correctamente los ingresos municipales. En tiempo y forma presentar oportunamente al congreso local las cuentas y comprobantes de recaudación y gastos de los fondos públicos. Entre otros celebrar convenios con las dependencias federales, estatales y con otros ayuntamientos para la realización de obras o la prestación de servicios públicos.

Entre otras cosas, aprobar los planes y programas de desarrollo urbano municipal, intervenir de acuerdo con las leyes federales y estatales en la regularización de la tenencia de la tierra urbana. Fomentar las actividades productivas, educativas, sanitarias, culturales y deportivas.

Sin embargo nada de esta teoría se aplica, y estas dependencias se han convertido en verdaderas agencias de colocaciones y empleos a todos los que sirvieron en campaña, convirtiéndose la mayor parte del presupuesto en recursos para pagar abultadas nóminas de empleados y exagerados sueldos para los funcionarios, cuyo enorme gasto corriente, impide de entrada, la inversión para la obra pública.
Posiblemente lo que más daño hace al estado, constituido por la ciudadanía; no por los funcionarios, son los sobreprecios que se cotizan en la escasa obra pública que se presenta, esto, ante la falta de un verdadero órgano rector que convertido en fiscalizador, pudiera auditar de forma clara y demostrar que se está actuando de forma dolosa. Hablo específicamente del estado el Veracruz.
En la república, en los delitos de todo género, existe el dolo y la culpa; la participación y la coparticipación; es decir el que actúa y el que permite el delito. Si se está dando el saqueo y el pillaje, en los dos mil cuatrocientos cuarenta ayuntamientos de todo el país, es porque esto lo están permitiendo los gobernadores, y si estos tácitamente lo autorizan y lo legitiman, es porque también participan.

A su vez, los gobernadores participan también del saqueo, como los casos más específicos; Fidel Herrera en Veracruz, Granier en Tabasco, Moreira en Coahula, y otros por citar un nefasto ejemplo, y esto es porque a su vez el presidente de la república Enrique Peña Nieto, se los permite, porque de su actuación se estima imposible que sea ajeno de participar.

México es un país al que difícilmente, entre un pequeño grupo de funcionarios, se lo puedan acabar, porque tiene el recurso de generar más impuestos, para tener más riqueza a disposición de quienes la administran. Lo mismo pasa en los estados en donde si hace falta más dinero para pagar campañas, para desviarlo a cuentas privadas, para crear comisiones de “periodistas” o para viajes de placer, el recurso es generar más ingresos a través de los impuestos, y de esto no existe ningún riesgo, debido a que el sector empresarial todo lo que le mandan lo digiere, aún cuando le merme sus ingresos y el grueso poblacional es sumiso y pusilánime.

En Veracruz, doscientos doce ayuntamientos terminaron en quiebra, debiendo los aguinaldos, sueldos, millonarios adeudos a proveedores, con presupuestos que desaparecieron, obra pública inexistente y fuertes adeudos a la banca.

Ante la falta de presupuesto, el endeudamiento y ante la administración del jugoso recurso, el saqueo, el pillaje y el legado a la administración entrante, ante la complicidad de los órganos rectores en materia financiera, que extorsionan a los responsables y dan carpetazo a cualquier posibilidad de responsabilidad por peculado y de esto, es responsable el gobernador, Javier Duarte de Ochoa.

El peculado es un supuesto delito en Veracruz, que se tipifica; que, si alguien dispone de dinero valores o cualquier bien recibido en administración, podría ser castigado con una penalidad de 4 a 15 años de prisión.

Mientras que el delito de robo es; a quien con ánimo de dominio, lucro o uso, se apodere de una cosa mueble, total o parcialmente ajena, sin consentimiento de quien legalmente pueda disponer de ella, se le sancionará de cuatro a siete años de prisión.

No obstante la gravedad del primer delito, al menos en Veracruz, después del saqueo que sufrieron los 212 municipios en la entidad, no se conoce que se haya abierto alguna investigación ministerial en contra de algún ex edil, para demostrar que existe al menos, peculado.

El pillaje fue disfrazado de endeudamiento, y el alcalde entrante dispuesto a pedir más dinero para tapar el robo, y al salir pedirá prestado para llevar y la historia vuelve a repetirse, y el delito no se castiga, debido a que gran parte del dinero va a las campañas políticas y a cuentas secretas de quienes gobiernan los estados.

¿Pero qué paridad o disparidad existe entre el delito de robo y peculado?

Existen grandes diferencias entre un ente que practica el peculado y otro que practica el robo. Primera el que va a robar se expone, se arriesga y expone incluso la vida para poder obtener o apoderarse de algo para su provecho personal, con un 50 % de posibilidades de que tenga éxito.

En tanto el que practica el peculado, no se expone en lo absoluto, porque tiene el recurso a su disposición, y tiene el 100 % de posibilidades. Y de ser sorprendido puede aún negociar y salir con el 70 % del botín adquirido sin ningún riesgo, y poder contar aún con el suficiente presupuesto para lavar su imagen a través de medios publicitarios, y poder alcanzar otras posiciones políticas en nuevas administraciones, como es el caso de Alberto Silva Ramos ex alcalde de Tuxpan, quien dejó una deuda histórica jamás soñada en todo el estado de poco más 2 mil 269 millones de pesos al 31 de diciembre pasado, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en su informe “Obligaciones Financieras de Municipios con la Banca Comercial, de Desarrollo y Emisiones Bursátiles ( 31 de diciembre de 2013) Silva Ramos ocupó después el cargo de Secretario de Desarrollo Social y ahora ocupa la Coordinación General de Comunicación Social del Gobierno del Estado, su imagen ya está totalmente limpia. Carolina Gudiño, ex alcaldesa de Veracruz, dejó deuda por 238.9 millones de pesos, en Xalapa la ex alcaldesa y actual dirigente del PRI Estatal, Elizabeth Morales dejó una deuda de 102.9 millones de pesos, estos son algunos de los personajes que se mostraron a través de una actitud, en donde el género, no es precisamente sinónimo de honestidad, por citar algunos ejemplos . Pero eso no fue todo, los alcaldes salientes, quedaron debiendo a la Secretaria de Finanzas y Planeación el impuesto a la nómina y al Instituto Mexicano del Seguro Social. Es decir se agenciaron los descuentos, pero no los pagaron, se los quedaron.

En todos los ayuntamientos que terminaron en quiebra, no hay claridad sobre el destino que tuvieron esos millonarios recursos que se tendrán que pagar en los años venideros, y ante el vació de poder y participación de los saqueos y pillaje, no hubo nadie que tuviera la iniciativa de exigir transparencia, ni siquiera el Congreso estatal. Esto habla de una participación general que preocupa, porque esto tendrá que repetirse siempre…

Correspondencia:
javmina@hotmail.com




















Oaxaca 570 puebla 217, Veracruz 212, el más cercano Jalisco 125 y el que menos tiene, Baja California Sur con 5

martes, 25 de febrero de 2014

¡Prensa, no disparen!

Va un artículo invitado:

El acercamiento…
Juan Antonio Valencia


Cuando el gobernador de Veracruz, Javier Duarte Ochoa, dijo en un desayuno, que buscaría un mayor acercamiento con la prensa en el estado, nadie se imaginó que tan cerca sería ese acercamiento, o que tanto sería tantito.

Y no pasó mucho tiempo. La detención anticonstitucional y la tortura que sufrió nuestro compañero periodista en Orizaba, Felipe Madrigal Rodríguez, es una muestra de ese “acercamiento” de que tanto hablaba el gobernador.

El acercamiento fue bastante severo, pues el comunicador recibió una verdadera golpiza, a manos de los garantes de la seguridad en Orizaba, la policía municipal. Esta situación deja entrever como el gobierno del estado, sigue viendo a los periodistas de Veracruz, como sus más acérrimos enemigos.

Ya con anterioridad el secretario de “seguridad” Arturo Bermúdez Zurita, expresó públicamente su repudio a la prensa en Veracruz, al tratarlos de “pinches medios”. El 5 de febrero fue secuestrado en Coatzacoalcos, Gregorio Jiménez de la Cruz, y días más tarde encontrado en una fosa clandestina.

Fue el propio gobernador, quien desestimó la labor periodística del comunicador, como móvil, en una franca falta de respeto a la prensa. Para reivindicarse, despidió al procurador Amadeo Flores y a la vocera Gina Domínguez, y celebró los cambios.

Poco después organizó un desayuno de “acercamiento” con la prensa y prometió que esto lo haría cotidiano. Esperemos que esto no ocurra, porque entonces, cada semana tendremos agresiones para quienes integran el gremio periodístico.

Para colmo de males, Alberto Silva Ramos director de comunicación social del gobierno del estado, debutó con el pie izquierdo, al criminalizar, al periodista Felipe Madrigal Rodríguez, señalando en su boletín, que el agresor fue el comunicador, y sentenció fue quien agredió a la indefensa policía municipal de Orizaba.

Silva Ramos, tenía razón cuando declaró que la prensa no era ningún problema, pues con un discurso por medio del boletín, resolvió que el responsable era el periodista.

La verdad se le debe creer, cuando dijo, también que se había sacado la rifa del tigre. Esos son los resultados que se tienen cuando alguien se saca un tigre en la rifa, y no sabe qué hacer cuando este empieza a rugir.

Y ya se vio, los cambios no están funcionando. Cuando la cabeza anda mal, las extremidades tienen que fallar. Mientras el enfermo no reconozca que está grave, va a ser imposible que se pueda curar y restablecer. Lo malo es que faltan dos años más, da tiempo de adquirir un seguro de vida.

sábado, 22 de febrero de 2014

Plaza de Banderas

Va un artículo invitado:

Plaza de Banderas

El generalazo...

Juan Antonio Valencia

Narraba José González en su libro, “Lo Negro del Negro Durazo”, “de niños, yo, José, Luis y Arturo, éramos una sola palomilla en la escuela. Arturo era quien protegía al grupo, por su actitud más audaz y defendía a José de las agresiones de otros niños.” Así en la escuela, inició la historia de quien muchos años más tarde, llegó a consolidarse como un general de “cinco estrellas”, a recibir en Estados Unidos, un Doctorado Honoris Causa, una vez que se hizo garante de la seguridad del entonces presidente de la república, José López Portillo, allá por la década de los años ochenta y quien lo nombro Director de Policía y Tránsito, además titular de la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), con la que arrancó la guerra sucia, contra opositores políticos, periodistas no afines y grupos subversivos.

Arturo Durazo Moreno, solo pudo cursar después de la secundaria, una carrera técnica, pero eso no fue obstáculo para estar, incluso, por encima del general Félix Galván López (1976-1982) entonces secretario de la defensa nacional.
Pulcro en su vestir de traje militar azul turquesa, gorra militar con estrellas y barras, Arturo “el Negro Durazo” controlaba todo, gracias a la confianza que José López Portillo le tenía, por favores en la infancia. Durante el sexenio 1976-1982, “el Negro” Durazo, dueño de vidas y haciendas, fue el ejecutor de cientos de personas, que terminaron en fosas clandestinas, en los ríos, o amanecían tirados en las calles,

Ese era el generalazo. Pero los ejemplos cunden y cuando todo parecía olvidado, surge en Veracruz, en medio del gobierno sangriento de Javier Duarte, una persona de características sino, parecidas, si muy similares, que nos da a entender, que esa etapa del México violento, no ha sido superada. Al menos no, del todo. Su nombre es Arturo Bermúdez Zurita. Nació en el Distrito Federal el 6 de enero de 1967. Tiene 47 años de edad en la actualidad. Es licenciado en ciencias administrativas, estudios de contaduría pública y recursos humanos, además de estudios de marketing político, fue director de recursos humanos del grupo azucarero Escorpión y laboró como especialista de compensaciones del grupo de alimentos balanceados, La Hasa, y fue asistente personal del secretario de seguridad pública del gobierno de Nuevo León. En lo más cercano con la carrera de las armas, se establece, en que tomo un curso de tiro, sin especificarse en donde, cuando y bajo que disciplina.

En Veracruz durante el sexenio de Fidel Herrera ocupó algunos cargos, como secretario particular de Sergio Maya Alemán en la Subsecretaría de Finanzas y Administración de la Secretaría de Finanzas en el periodo de Miguel Alemán. Al llegar al poder como gobernador, Javier Duarte Ochoa, éste le hace entrega de la Secretaria de Seguridad Pública, le hace entrega del control de la dirección de tránsito y transporte del estado, que conlleva todas las delegaciones de tránsito, también todas las corporaciones policiacas para hacer lo que llamaron “mando único”, signando contrato con la Secretaría de Marina Armada de México, para que en duopolio con la policía naval y policía estatal, tomaran el control de la seguridad en el estado.

En el paquete se incluyo también, todo el control de los veintidós reclusorios del estado, incluyendo todos los jugosos presupuestos por cada una de las dependencias bajo el control del “supersecretario”.

El anuncio de este sensacional sistema de seguridad, fue anunciado con un extenso afán publicitario, que desnudaba las bondades y la protección a cada uno de los veracruzanos, y de inmediato empezó el bombardeo mediático, que al final se hundió en el mar de la incredulidad y el fracaso. Los mil millones de pesos que supuestamente se invirtieron para preparar a la nueva policía a la que llamaron “acreditable”, no tuvo el resultado esperado. Por el contrario al entrar esta en funciones, la represión hacia la ciudadanía no se dejó esperar, las agresiones también a la prensa, de la que Bermúdez Zurita se declaró enemigo, fueron algo cotidiano, en los retenes anticonstitucionales que se instalaron a lo largo del estado.

La seguridad que le vendieron a los veracruzanos y que a todos les costó mil millones de pesos, se esfumó, por el contrario el estado se sumió en una ola de violencia y asesinatos en lo que va del sexenio de Javier Duarte, donde han sido asesinados diez periodistas y tres más fueron desaparecidos, convirtiendo al estado en un infierno, para ejercer el oficio de la comunicación.
Lejos de combatir la ola de violencia con estrategias de seguridad, optaron por ocultar y maquillar las cifras y combatir, la ignorancia y la inoperancia, como se estila aún en la actualidad; con el discurso. Con el discurso terminaron con la pobreza. Con el discurso terminaron con la inseguridad. Con el discurso también terminaron con la falta de empleos y con el discurso, resolvieron todo.

Pero a dos años que concluya el gobierno sangriento, la realidad los ha situado a cada quien en su lugar y los ha vuelto a la realidad del Veracruz violento, en donde la vida no vale nada, aunque comiencen siempre llorando, como versa la melodía de José Alfredo Jiménez.

Que ocurrió? se preguntan millones de veracruzanos. No podemos imaginar a Arturo defendiendo en la escuela a Javier, de las agresiones de otros niños. O cambiándole la letra a la canción para hacer ganar a “el Moro de Cumpas” y haciendo perdedor a “el Zaino de Agua Prieta”, aquella calurosa tarde del 17 de marzo de 1957. Tampoco lo imaginamos con policías estatales y policías navales, trabajando de albañiles, en la construcción de un Partenón en Xalapa. Arturo Bermúdez Zurita, ahora General de tres estrellas. Vestido con traje militar y gorra emblemática, en lo mediático le apostó a su imagen y a los resultados, el gobierno de Veracruz le invirtió miles de millones de pesos, en publicidad, y así obtuvo un gran éxito, vendiendo una clima de seguridad social. Pero en la realidad, esa que palpan los veracruzanos que salen todos los días a ganarse el pan de cada día, es otra. Y con la ola de violencia que azota la entidad, todo se cayó. Ya nada se puede sostener. Entregar la seguridad de los veracruzanos a una persona de este perfil. Fue un fracaso.

Pero lo más preocupante es que contra todos los resultados, en donde la policía naval fue desgastada, en donde quedó demostrado que la policía estatal no está aún acreditable como el propio Bermúdez Zurita ya lo reconoció, (será hasta el 2015), el gobernador Javier Duarte un joven funcionario, es posible bien intencionado, lo sigue sosteniendo. Ya cayó Amadeo Flores Espinosa, ya se fue Gina Domínguez, también vendedora de ilusiones, pero el estado sigue sumido en la violencia y la tan esperada seguridad, nunca llegó. Faltan aún dos años y con ello, que el baño de sangre continúe...