Aquí va otro artículo del amigo
Plaza de Banderas
Juan Antonio Valencia
Existe un nuevo fenómeno que solo se puede dar en México; el saqueo y el pillaje disfrazados de endeudamiento, en los dos mil cuatrocientos cuarenta ayuntamientos de todo el país. De todos estos centros edilicios en donde teóricamente deben fluir los recursos para satisfacer las necesidades de obra pública en cada municipio, solo siete de todos los ayuntamientos de la república terminaron en números negros, es decir sin adeudos y con finanzas sanas que entregar a administraciones entrantes, el resto es obvio que terminaron en quiebra.
Cuando en un negocio los números son rojos, significa la quiebra y la desaparición de la empresa, las causas pueden ser una mala administración, errores de cálculos, la instalación en un lugar inadecuado, demasiado personal, sueldos elevados y poca productividad, salida de dinero sin comprobar destino, o todos estos conceptos al mismo tiempo. ¿Qué le gusta?
Administrar dinero propio significa una mayor responsabilidad. Manejar dinero ajeno o público no es necesaria la responsabilidad y sí, la oportunidad de agenciarse parte del presupuesto, debido a todas la facilidades que se tienen, tanto en el gasto público, que se puede maquillar, como en la salida de dinero a través del presupuesto para una abultada nómina, o la re facturación de bienes y servicios o la práctica de inflar los costos en las obras públicas.
Los ayuntamientos son administraciones públicas, y como si fuera una empresa privada con capital público, el principal objetivo que debería prevalecer, es el de analizar, discutir y aprobar el presupuesto de egresos y la iniciativa de ley de ingresos del municipio. Cuidar que se recauden oportuna y correctamente los ingresos municipales. En tiempo y forma presentar oportunamente al congreso local las cuentas y comprobantes de recaudación y gastos de los fondos públicos. Entre otros celebrar convenios con las dependencias federales, estatales y con otros ayuntamientos para la realización de obras o la prestación de servicios públicos.
Entre otras cosas, aprobar los planes y programas de desarrollo urbano municipal, intervenir de acuerdo con las leyes federales y estatales en la regularización de la tenencia de la tierra urbana. Fomentar las actividades productivas, educativas, sanitarias, culturales y deportivas.
Sin embargo nada de esta teoría se aplica, y estas dependencias se han convertido en verdaderas agencias de colocaciones y empleos a todos los que sirvieron en campaña, convirtiéndose la mayor parte del presupuesto en recursos para pagar abultadas nóminas de empleados y exagerados sueldos para los funcionarios, cuyo enorme gasto corriente, impide de entrada, la inversión para la obra pública.
Posiblemente lo que más daño hace al estado, constituido por la ciudadanía; no por los funcionarios, son los sobreprecios que se cotizan en la escasa obra pública que se presenta, esto, ante la falta de un verdadero órgano rector que convertido en fiscalizador, pudiera auditar de forma clara y demostrar que se está actuando de forma dolosa. Hablo específicamente del estado el Veracruz.
En la república, en los delitos de todo género, existe el dolo y la culpa; la participación y la coparticipación; es decir el que actúa y el que permite el delito. Si se está dando el saqueo y el pillaje, en los dos mil cuatrocientos cuarenta ayuntamientos de todo el país, es porque esto lo están permitiendo los gobernadores, y si estos tácitamente lo autorizan y lo legitiman, es porque también participan.
A su vez, los gobernadores participan también del saqueo, como los casos más específicos; Fidel Herrera en Veracruz, Granier en Tabasco, Moreira en Coahula, y otros por citar un nefasto ejemplo, y esto es porque a su vez el presidente de la república Enrique Peña Nieto, se los permite, porque de su actuación se estima imposible que sea ajeno de participar.
México es un país al que difícilmente, entre un pequeño grupo de funcionarios, se lo puedan acabar, porque tiene el recurso de generar más impuestos, para tener más riqueza a disposición de quienes la administran. Lo mismo pasa en los estados en donde si hace falta más dinero para pagar campañas, para desviarlo a cuentas privadas, para crear comisiones de “periodistas” o para viajes de placer, el recurso es generar más ingresos a través de los impuestos, y de esto no existe ningún riesgo, debido a que el sector empresarial todo lo que le mandan lo digiere, aún cuando le merme sus ingresos y el grueso poblacional es sumiso y pusilánime.
En Veracruz, doscientos doce ayuntamientos terminaron en quiebra, debiendo los aguinaldos, sueldos, millonarios adeudos a proveedores, con presupuestos que desaparecieron, obra pública inexistente y fuertes adeudos a la banca.
Ante la falta de presupuesto, el endeudamiento y ante la administración del jugoso recurso, el saqueo, el pillaje y el legado a la administración entrante, ante la complicidad de los órganos rectores en materia financiera, que extorsionan a los responsables y dan carpetazo a cualquier posibilidad de responsabilidad por peculado y de esto, es responsable el gobernador, Javier Duarte de Ochoa.
El peculado es un supuesto delito en Veracruz, que se tipifica; que, si alguien dispone de dinero valores o cualquier bien recibido en administración, podría ser castigado con una penalidad de 4 a 15 años de prisión.
Mientras que el delito de robo es; a quien con ánimo de dominio, lucro o uso, se apodere de una cosa mueble, total o parcialmente ajena, sin consentimiento de quien legalmente pueda disponer de ella, se le sancionará de cuatro a siete años de prisión.
No obstante la gravedad del primer delito, al menos en Veracruz, después del saqueo que sufrieron los 212 municipios en la entidad, no se conoce que se haya abierto alguna investigación ministerial en contra de algún ex edil, para demostrar que existe al menos, peculado.
El pillaje fue disfrazado de endeudamiento, y el alcalde entrante dispuesto a pedir más dinero para tapar el robo, y al salir pedirá prestado para llevar y la historia vuelve a repetirse, y el delito no se castiga, debido a que gran parte del dinero va a las campañas políticas y a cuentas secretas de quienes gobiernan los estados.
¿Pero qué paridad o disparidad existe entre el delito de robo y peculado?
Existen grandes diferencias entre un ente que practica el peculado y otro que practica el robo. Primera el que va a robar se expone, se arriesga y expone incluso la vida para poder obtener o apoderarse de algo para su provecho personal, con un 50 % de posibilidades de que tenga éxito.
En tanto el que practica el peculado, no se expone en lo absoluto, porque tiene el recurso a su disposición, y tiene el 100 % de posibilidades. Y de ser sorprendido puede aún negociar y salir con el 70 % del botín adquirido sin ningún riesgo, y poder contar aún con el suficiente presupuesto para lavar su imagen a través de medios publicitarios, y poder alcanzar otras posiciones políticas en nuevas administraciones, como es el caso de Alberto Silva Ramos ex alcalde de Tuxpan, quien dejó una deuda histórica jamás soñada en todo el estado de poco más 2 mil 269 millones de pesos al 31 de diciembre pasado, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en su informe “Obligaciones Financieras de Municipios con la Banca Comercial, de Desarrollo y Emisiones Bursátiles ( 31 de diciembre de 2013) Silva Ramos ocupó después el cargo de Secretario de Desarrollo Social y ahora ocupa la Coordinación General de Comunicación Social del Gobierno del Estado, su imagen ya está totalmente limpia. Carolina Gudiño, ex alcaldesa de Veracruz, dejó deuda por 238.9 millones de pesos, en Xalapa la ex alcaldesa y actual dirigente del PRI Estatal, Elizabeth Morales dejó una deuda de 102.9 millones de pesos, estos son algunos de los personajes que se mostraron a través de una actitud, en donde el género, no es precisamente sinónimo de honestidad, por citar algunos ejemplos . Pero eso no fue todo, los alcaldes salientes, quedaron debiendo a la Secretaria de Finanzas y Planeación el impuesto a la nómina y al Instituto Mexicano del Seguro Social. Es decir se agenciaron los descuentos, pero no los pagaron, se los quedaron.
En todos los ayuntamientos que terminaron en quiebra, no hay claridad sobre el destino que tuvieron esos millonarios recursos que se tendrán que pagar en los años venideros, y ante el vació de poder y participación de los saqueos y pillaje, no hubo nadie que tuviera la iniciativa de exigir transparencia, ni siquiera el Congreso estatal. Esto habla de una participación general que preocupa, porque esto tendrá que repetirse siempre…
Correspondencia:
javmina@hotmail.com
Oaxaca 570 puebla 217, Veracruz 212, el más cercano Jalisco 125 y el que menos tiene, Baja California Sur con 5
martes, 18 de marzo de 2014
martes, 25 de febrero de 2014
¡Prensa, no disparen!
Va un artículo invitado:
El acercamiento…
Juan Antonio Valencia
Cuando el gobernador de Veracruz, Javier Duarte Ochoa, dijo en un desayuno, que buscaría un mayor acercamiento con la prensa en el estado, nadie se imaginó que tan cerca sería ese acercamiento, o que tanto sería tantito.
Y no pasó mucho tiempo. La detención anticonstitucional y la tortura que sufrió nuestro compañero periodista en Orizaba, Felipe Madrigal Rodríguez, es una muestra de ese “acercamiento” de que tanto hablaba el gobernador.
El acercamiento fue bastante severo, pues el comunicador recibió una verdadera golpiza, a manos de los garantes de la seguridad en Orizaba, la policía municipal. Esta situación deja entrever como el gobierno del estado, sigue viendo a los periodistas de Veracruz, como sus más acérrimos enemigos.
Ya con anterioridad el secretario de “seguridad” Arturo Bermúdez Zurita, expresó públicamente su repudio a la prensa en Veracruz, al tratarlos de “pinches medios”. El 5 de febrero fue secuestrado en Coatzacoalcos, Gregorio Jiménez de la Cruz, y días más tarde encontrado en una fosa clandestina.
Fue el propio gobernador, quien desestimó la labor periodística del comunicador, como móvil, en una franca falta de respeto a la prensa. Para reivindicarse, despidió al procurador Amadeo Flores y a la vocera Gina Domínguez, y celebró los cambios.
Poco después organizó un desayuno de “acercamiento” con la prensa y prometió que esto lo haría cotidiano. Esperemos que esto no ocurra, porque entonces, cada semana tendremos agresiones para quienes integran el gremio periodístico.
Para colmo de males, Alberto Silva Ramos director de comunicación social del gobierno del estado, debutó con el pie izquierdo, al criminalizar, al periodista Felipe Madrigal Rodríguez, señalando en su boletín, que el agresor fue el comunicador, y sentenció fue quien agredió a la indefensa policía municipal de Orizaba.
Silva Ramos, tenía razón cuando declaró que la prensa no era ningún problema, pues con un discurso por medio del boletín, resolvió que el responsable era el periodista.
La verdad se le debe creer, cuando dijo, también que se había sacado la rifa del tigre. Esos son los resultados que se tienen cuando alguien se saca un tigre en la rifa, y no sabe qué hacer cuando este empieza a rugir.
Y ya se vio, los cambios no están funcionando. Cuando la cabeza anda mal, las extremidades tienen que fallar. Mientras el enfermo no reconozca que está grave, va a ser imposible que se pueda curar y restablecer. Lo malo es que faltan dos años más, da tiempo de adquirir un seguro de vida.
El acercamiento…
Juan Antonio Valencia
Cuando el gobernador de Veracruz, Javier Duarte Ochoa, dijo en un desayuno, que buscaría un mayor acercamiento con la prensa en el estado, nadie se imaginó que tan cerca sería ese acercamiento, o que tanto sería tantito.
Y no pasó mucho tiempo. La detención anticonstitucional y la tortura que sufrió nuestro compañero periodista en Orizaba, Felipe Madrigal Rodríguez, es una muestra de ese “acercamiento” de que tanto hablaba el gobernador.
El acercamiento fue bastante severo, pues el comunicador recibió una verdadera golpiza, a manos de los garantes de la seguridad en Orizaba, la policía municipal. Esta situación deja entrever como el gobierno del estado, sigue viendo a los periodistas de Veracruz, como sus más acérrimos enemigos.
Ya con anterioridad el secretario de “seguridad” Arturo Bermúdez Zurita, expresó públicamente su repudio a la prensa en Veracruz, al tratarlos de “pinches medios”. El 5 de febrero fue secuestrado en Coatzacoalcos, Gregorio Jiménez de la Cruz, y días más tarde encontrado en una fosa clandestina.
Fue el propio gobernador, quien desestimó la labor periodística del comunicador, como móvil, en una franca falta de respeto a la prensa. Para reivindicarse, despidió al procurador Amadeo Flores y a la vocera Gina Domínguez, y celebró los cambios.
Poco después organizó un desayuno de “acercamiento” con la prensa y prometió que esto lo haría cotidiano. Esperemos que esto no ocurra, porque entonces, cada semana tendremos agresiones para quienes integran el gremio periodístico.
Para colmo de males, Alberto Silva Ramos director de comunicación social del gobierno del estado, debutó con el pie izquierdo, al criminalizar, al periodista Felipe Madrigal Rodríguez, señalando en su boletín, que el agresor fue el comunicador, y sentenció fue quien agredió a la indefensa policía municipal de Orizaba.
Silva Ramos, tenía razón cuando declaró que la prensa no era ningún problema, pues con un discurso por medio del boletín, resolvió que el responsable era el periodista.
La verdad se le debe creer, cuando dijo, también que se había sacado la rifa del tigre. Esos son los resultados que se tienen cuando alguien se saca un tigre en la rifa, y no sabe qué hacer cuando este empieza a rugir.
Y ya se vio, los cambios no están funcionando. Cuando la cabeza anda mal, las extremidades tienen que fallar. Mientras el enfermo no reconozca que está grave, va a ser imposible que se pueda curar y restablecer. Lo malo es que faltan dos años más, da tiempo de adquirir un seguro de vida.
sábado, 22 de febrero de 2014
Plaza de Banderas
Va un artículo invitado:
Plaza de Banderas
El generalazo...
Juan Antonio Valencia
Narraba José González en su libro, “Lo Negro del Negro Durazo”, “de niños, yo, José, Luis y Arturo, éramos una sola palomilla en la escuela. Arturo era quien protegía al grupo, por su actitud más audaz y defendía a José de las agresiones de otros niños.” Así en la escuela, inició la historia de quien muchos años más tarde, llegó a consolidarse como un general de “cinco estrellas”, a recibir en Estados Unidos, un Doctorado Honoris Causa, una vez que se hizo garante de la seguridad del entonces presidente de la república, José López Portillo, allá por la década de los años ochenta y quien lo nombro Director de Policía y Tránsito, además titular de la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), con la que arrancó la guerra sucia, contra opositores políticos, periodistas no afines y grupos subversivos.
Arturo Durazo Moreno, solo pudo cursar después de la secundaria, una carrera técnica, pero eso no fue obstáculo para estar, incluso, por encima del general Félix Galván López (1976-1982) entonces secretario de la defensa nacional.
Pulcro en su vestir de traje militar azul turquesa, gorra militar con estrellas y barras, Arturo “el Negro Durazo” controlaba todo, gracias a la confianza que José López Portillo le tenía, por favores en la infancia. Durante el sexenio 1976-1982, “el Negro” Durazo, dueño de vidas y haciendas, fue el ejecutor de cientos de personas, que terminaron en fosas clandestinas, en los ríos, o amanecían tirados en las calles,
Ese era el generalazo. Pero los ejemplos cunden y cuando todo parecía olvidado, surge en Veracruz, en medio del gobierno sangriento de Javier Duarte, una persona de características sino, parecidas, si muy similares, que nos da a entender, que esa etapa del México violento, no ha sido superada. Al menos no, del todo. Su nombre es Arturo Bermúdez Zurita. Nació en el Distrito Federal el 6 de enero de 1967. Tiene 47 años de edad en la actualidad. Es licenciado en ciencias administrativas, estudios de contaduría pública y recursos humanos, además de estudios de marketing político, fue director de recursos humanos del grupo azucarero Escorpión y laboró como especialista de compensaciones del grupo de alimentos balanceados, La Hasa, y fue asistente personal del secretario de seguridad pública del gobierno de Nuevo León. En lo más cercano con la carrera de las armas, se establece, en que tomo un curso de tiro, sin especificarse en donde, cuando y bajo que disciplina.
En Veracruz durante el sexenio de Fidel Herrera ocupó algunos cargos, como secretario particular de Sergio Maya Alemán en la Subsecretaría de Finanzas y Administración de la Secretaría de Finanzas en el periodo de Miguel Alemán. Al llegar al poder como gobernador, Javier Duarte Ochoa, éste le hace entrega de la Secretaria de Seguridad Pública, le hace entrega del control de la dirección de tránsito y transporte del estado, que conlleva todas las delegaciones de tránsito, también todas las corporaciones policiacas para hacer lo que llamaron “mando único”, signando contrato con la Secretaría de Marina Armada de México, para que en duopolio con la policía naval y policía estatal, tomaran el control de la seguridad en el estado.
En el paquete se incluyo también, todo el control de los veintidós reclusorios del estado, incluyendo todos los jugosos presupuestos por cada una de las dependencias bajo el control del “supersecretario”.
El anuncio de este sensacional sistema de seguridad, fue anunciado con un extenso afán publicitario, que desnudaba las bondades y la protección a cada uno de los veracruzanos, y de inmediato empezó el bombardeo mediático, que al final se hundió en el mar de la incredulidad y el fracaso. Los mil millones de pesos que supuestamente se invirtieron para preparar a la nueva policía a la que llamaron “acreditable”, no tuvo el resultado esperado. Por el contrario al entrar esta en funciones, la represión hacia la ciudadanía no se dejó esperar, las agresiones también a la prensa, de la que Bermúdez Zurita se declaró enemigo, fueron algo cotidiano, en los retenes anticonstitucionales que se instalaron a lo largo del estado.
La seguridad que le vendieron a los veracruzanos y que a todos les costó mil millones de pesos, se esfumó, por el contrario el estado se sumió en una ola de violencia y asesinatos en lo que va del sexenio de Javier Duarte, donde han sido asesinados diez periodistas y tres más fueron desaparecidos, convirtiendo al estado en un infierno, para ejercer el oficio de la comunicación.
Lejos de combatir la ola de violencia con estrategias de seguridad, optaron por ocultar y maquillar las cifras y combatir, la ignorancia y la inoperancia, como se estila aún en la actualidad; con el discurso. Con el discurso terminaron con la pobreza. Con el discurso terminaron con la inseguridad. Con el discurso también terminaron con la falta de empleos y con el discurso, resolvieron todo.
Pero a dos años que concluya el gobierno sangriento, la realidad los ha situado a cada quien en su lugar y los ha vuelto a la realidad del Veracruz violento, en donde la vida no vale nada, aunque comiencen siempre llorando, como versa la melodía de José Alfredo Jiménez.
Que ocurrió? se preguntan millones de veracruzanos. No podemos imaginar a Arturo defendiendo en la escuela a Javier, de las agresiones de otros niños. O cambiándole la letra a la canción para hacer ganar a “el Moro de Cumpas” y haciendo perdedor a “el Zaino de Agua Prieta”, aquella calurosa tarde del 17 de marzo de 1957. Tampoco lo imaginamos con policías estatales y policías navales, trabajando de albañiles, en la construcción de un Partenón en Xalapa. Arturo Bermúdez Zurita, ahora General de tres estrellas. Vestido con traje militar y gorra emblemática, en lo mediático le apostó a su imagen y a los resultados, el gobierno de Veracruz le invirtió miles de millones de pesos, en publicidad, y así obtuvo un gran éxito, vendiendo una clima de seguridad social. Pero en la realidad, esa que palpan los veracruzanos que salen todos los días a ganarse el pan de cada día, es otra. Y con la ola de violencia que azota la entidad, todo se cayó. Ya nada se puede sostener. Entregar la seguridad de los veracruzanos a una persona de este perfil. Fue un fracaso.
Pero lo más preocupante es que contra todos los resultados, en donde la policía naval fue desgastada, en donde quedó demostrado que la policía estatal no está aún acreditable como el propio Bermúdez Zurita ya lo reconoció, (será hasta el 2015), el gobernador Javier Duarte un joven funcionario, es posible bien intencionado, lo sigue sosteniendo. Ya cayó Amadeo Flores Espinosa, ya se fue Gina Domínguez, también vendedora de ilusiones, pero el estado sigue sumido en la violencia y la tan esperada seguridad, nunca llegó. Faltan aún dos años y con ello, que el baño de sangre continúe...
Plaza de Banderas
El generalazo...
Juan Antonio Valencia
Narraba José González en su libro, “Lo Negro del Negro Durazo”, “de niños, yo, José, Luis y Arturo, éramos una sola palomilla en la escuela. Arturo era quien protegía al grupo, por su actitud más audaz y defendía a José de las agresiones de otros niños.” Así en la escuela, inició la historia de quien muchos años más tarde, llegó a consolidarse como un general de “cinco estrellas”, a recibir en Estados Unidos, un Doctorado Honoris Causa, una vez que se hizo garante de la seguridad del entonces presidente de la república, José López Portillo, allá por la década de los años ochenta y quien lo nombro Director de Policía y Tránsito, además titular de la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), con la que arrancó la guerra sucia, contra opositores políticos, periodistas no afines y grupos subversivos.
Arturo Durazo Moreno, solo pudo cursar después de la secundaria, una carrera técnica, pero eso no fue obstáculo para estar, incluso, por encima del general Félix Galván López (1976-1982) entonces secretario de la defensa nacional.
Pulcro en su vestir de traje militar azul turquesa, gorra militar con estrellas y barras, Arturo “el Negro Durazo” controlaba todo, gracias a la confianza que José López Portillo le tenía, por favores en la infancia. Durante el sexenio 1976-1982, “el Negro” Durazo, dueño de vidas y haciendas, fue el ejecutor de cientos de personas, que terminaron en fosas clandestinas, en los ríos, o amanecían tirados en las calles,
Ese era el generalazo. Pero los ejemplos cunden y cuando todo parecía olvidado, surge en Veracruz, en medio del gobierno sangriento de Javier Duarte, una persona de características sino, parecidas, si muy similares, que nos da a entender, que esa etapa del México violento, no ha sido superada. Al menos no, del todo. Su nombre es Arturo Bermúdez Zurita. Nació en el Distrito Federal el 6 de enero de 1967. Tiene 47 años de edad en la actualidad. Es licenciado en ciencias administrativas, estudios de contaduría pública y recursos humanos, además de estudios de marketing político, fue director de recursos humanos del grupo azucarero Escorpión y laboró como especialista de compensaciones del grupo de alimentos balanceados, La Hasa, y fue asistente personal del secretario de seguridad pública del gobierno de Nuevo León. En lo más cercano con la carrera de las armas, se establece, en que tomo un curso de tiro, sin especificarse en donde, cuando y bajo que disciplina.
En Veracruz durante el sexenio de Fidel Herrera ocupó algunos cargos, como secretario particular de Sergio Maya Alemán en la Subsecretaría de Finanzas y Administración de la Secretaría de Finanzas en el periodo de Miguel Alemán. Al llegar al poder como gobernador, Javier Duarte Ochoa, éste le hace entrega de la Secretaria de Seguridad Pública, le hace entrega del control de la dirección de tránsito y transporte del estado, que conlleva todas las delegaciones de tránsito, también todas las corporaciones policiacas para hacer lo que llamaron “mando único”, signando contrato con la Secretaría de Marina Armada de México, para que en duopolio con la policía naval y policía estatal, tomaran el control de la seguridad en el estado.
En el paquete se incluyo también, todo el control de los veintidós reclusorios del estado, incluyendo todos los jugosos presupuestos por cada una de las dependencias bajo el control del “supersecretario”.
El anuncio de este sensacional sistema de seguridad, fue anunciado con un extenso afán publicitario, que desnudaba las bondades y la protección a cada uno de los veracruzanos, y de inmediato empezó el bombardeo mediático, que al final se hundió en el mar de la incredulidad y el fracaso. Los mil millones de pesos que supuestamente se invirtieron para preparar a la nueva policía a la que llamaron “acreditable”, no tuvo el resultado esperado. Por el contrario al entrar esta en funciones, la represión hacia la ciudadanía no se dejó esperar, las agresiones también a la prensa, de la que Bermúdez Zurita se declaró enemigo, fueron algo cotidiano, en los retenes anticonstitucionales que se instalaron a lo largo del estado.
La seguridad que le vendieron a los veracruzanos y que a todos les costó mil millones de pesos, se esfumó, por el contrario el estado se sumió en una ola de violencia y asesinatos en lo que va del sexenio de Javier Duarte, donde han sido asesinados diez periodistas y tres más fueron desaparecidos, convirtiendo al estado en un infierno, para ejercer el oficio de la comunicación.
Lejos de combatir la ola de violencia con estrategias de seguridad, optaron por ocultar y maquillar las cifras y combatir, la ignorancia y la inoperancia, como se estila aún en la actualidad; con el discurso. Con el discurso terminaron con la pobreza. Con el discurso terminaron con la inseguridad. Con el discurso también terminaron con la falta de empleos y con el discurso, resolvieron todo.
Pero a dos años que concluya el gobierno sangriento, la realidad los ha situado a cada quien en su lugar y los ha vuelto a la realidad del Veracruz violento, en donde la vida no vale nada, aunque comiencen siempre llorando, como versa la melodía de José Alfredo Jiménez.
Que ocurrió? se preguntan millones de veracruzanos. No podemos imaginar a Arturo defendiendo en la escuela a Javier, de las agresiones de otros niños. O cambiándole la letra a la canción para hacer ganar a “el Moro de Cumpas” y haciendo perdedor a “el Zaino de Agua Prieta”, aquella calurosa tarde del 17 de marzo de 1957. Tampoco lo imaginamos con policías estatales y policías navales, trabajando de albañiles, en la construcción de un Partenón en Xalapa. Arturo Bermúdez Zurita, ahora General de tres estrellas. Vestido con traje militar y gorra emblemática, en lo mediático le apostó a su imagen y a los resultados, el gobierno de Veracruz le invirtió miles de millones de pesos, en publicidad, y así obtuvo un gran éxito, vendiendo una clima de seguridad social. Pero en la realidad, esa que palpan los veracruzanos que salen todos los días a ganarse el pan de cada día, es otra. Y con la ola de violencia que azota la entidad, todo se cayó. Ya nada se puede sostener. Entregar la seguridad de los veracruzanos a una persona de este perfil. Fue un fracaso.
Pero lo más preocupante es que contra todos los resultados, en donde la policía naval fue desgastada, en donde quedó demostrado que la policía estatal no está aún acreditable como el propio Bermúdez Zurita ya lo reconoció, (será hasta el 2015), el gobernador Javier Duarte un joven funcionario, es posible bien intencionado, lo sigue sosteniendo. Ya cayó Amadeo Flores Espinosa, ya se fue Gina Domínguez, también vendedora de ilusiones, pero el estado sigue sumido en la violencia y la tan esperada seguridad, nunca llegó. Faltan aún dos años y con ello, que el baño de sangre continúe...
lunes, 30 de diciembre de 2013
Duarte se entregó y los veracruzanos perdimos
Como en todas las cosas, en política el entreguismo es la peor fórmula. Un ejemplo lo ilustra: a principios de este diciembre de 2013, diciembre que ha puesto de luto a la nación, diputados y senadores pertenecientes al Congreso de la Unión aprobaron los cambios a la Constitución en los Artículos 25, 27 y 28, para facilitar a las empresas extranjeras el derecho sobre los bienes del subsuelo de la Nación.
Desde esa fecha, perdió la “H” de “Honorable” el Congreso de la Unión. Pero lo peor de esto es que el gobierno de Veracruz, encabezado por Javier Duarte de Ochoa, perdió casi 500 millones de pesos en los ingresos que le correspondían por participaciones federales.
Durante los meses de septiembre y octubre había Veracruz alcanzado participaciones de casi 2 mil 500 millones de pesos, pero para las participaciones que se entregaron en diciembre, después de haber aprobado su maravillosa #RefomaEnergética, se redujeron a 2 mil 100 millones de pesos.
El entreguismo de Duarte le quitó al pueblo Veracruz casi 500 millones de pesos mensuales. ¿Estos son los beneficios prometidos por tal reforma? Ya empiezan a perjudicar al pueblo de Veracruz.
¿Quiénes son los responsables de ello, además de Duarte?: Héctor Yunes Landa; José Yunes Zorrilla; Patricia Peña Recio; Fernando Yunes Márquez; Juan Bueno Torio.
Estas personas son non–gratas en Coatzacoalcos y sobre ello apareció un espectacular, que se colocó frente al asta bandera de la Marina (lugar patriótico por excelencia) como a las seis de la mañana del 30 de diciembre. Pero duró poco tiempo, porque los esbirros de un poder caduco lo retiraron antes de las ocho de la mañana para que no se ofendieran los dueños de las compañías, actuales propietarios ya del petróleo que esos malos mexicanos regalaron sin lograr beneficios ni para Veracruz ni para México. Tal vez sí para sus bolsillos que se han de comer los gusanos.
Twitter: @JPBiosca
Etiquetas:
#ReformaEnergética,
Estado y gobierno,
Fernando Yunes,
Héctor Yunes,
Javier Duarte,
José Yunes,
Juan Bueno Torio,
Patricia Peña Recio
domingo, 4 de agosto de 2013
¿Para qué empobrecer a México?
Operaciones como la ilegal venta de los activos de la nación a Mexichem, disfrazadas como una necesidad para mantener el empleo, ponen de manifiesto el interés de los sucesivos gobiernos de México para empobrecer al trabajador y fortalecer los monopolios privados.
Las dos cosas van aparejadas: el empobrecimiento del trabajador por la vía de los salarios bajos se conjuga con el robustecimiento de los monopolios privados que se limitan a ofrecer salarios cada vez más bajos para los que soliciten los puestos de trabajo cada vez más demandados.
Ambas cosas son contrarias a los convenios internacionales firmados por México. Ambas cosas tienen una historia, cientos de veces avalada por los medios masivos, limitados a la mera reproducción de las declaraciones de funcionarios, sin cuestionar siquiera la veracidad de lo que dicen.
Un reciente estudio de la UNAM refleja las cosas que vienen sucediendo desde hace 30 años: en 1982 los trabajadores podían comprar si querían, 51 kilos de tortillas con un salario mínimo, hoy solamente pueden adquirir cinco kilogramos, es decir, los trabajadores mexicanos son diez veces más pobres.
Este retroceso contraviene el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales signado por México, al igual que el Protocolo Facultativo de dicho Pacto, que cabe decir que, desde el 5 de mayo pasado son ya exigibles desde el derecho internacional.
Según puntualiza la información, los salarios de los mexicanos son devorados por el incremento constante de los precios. Además, las remuneraciones registran una constante baja, por ejemplo, en 2010, 3.9 millones de trabajadores ganaban hasta cinco veces el salario mínimo –35.0 pesos por día–; no obstante, este número de mexicanos se redujo a 3.5 millones al primer trimestre del 2013.
MONOPOLIOS
Es también notable la concentración económica que está favoreciendo el gobierno de México, y que deriva en el robustecimiento de los monopolios privados, no obstante que la Constitución Política Mexicana prohíbe, en su Artículo 28, que a la letra dice:
“En los estados unidos mexicanos quedan prohibidos los monopolios, las prácticas monopólicas, los estancos y las exenciones de impuestos en los términos y condiciones que fijan las leyes. El mismo tratamiento se dará a las prohibiciones a titulo de protección a la industria”.
Y para que nuestro lector pueda apreciar otro de los aspectos ilícitos de la venta de Pajaritos a Mexichem, vemos otro pasaje constitucional: “la ley castigara severamente, y las autoridades perseguirán con eficacia, toda concentración o acaparamiento en una o pocas manos… todo lo que constituya una ventaja exclusiva indebida a favor de una o varias personas determinadas y con perjuicio del público en general o de alguna clase social”.
Y aclara, para que la ignorancia de políticos, como las recientes declaraciones de Partido de Acción Nacional se ponga en evidencia, pues la Constitución es precisa:
“No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes áreas estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía; petróleo y los demás hidrocarburos; petroquímica básica; minerales radioactivos y generación de energía nuclear; electricidad y las actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión”.
“El Estado contará con los organismos y empresas que requiera para el eficaz manejo de las áreas estratégicas a su cargo y en las actividades de carácter prioritario donde, de acuerdo con las leyes, participe por si o con los sectores social y privado”.
Así entonces, estamos ante la desaparición del Estado a manos de un gobierno que le traiciona, ya que el Estado lo integra el conjunto de leyes y el gobierno tiene la función de hacerlas cumplir. Al no hacerlo el gobierno pierde su legitimidad y se torna en tiranía, en este caso en manos de un conservadurismo apátrida.
Twitter: @JPBiosca
Las dos cosas van aparejadas: el empobrecimiento del trabajador por la vía de los salarios bajos se conjuga con el robustecimiento de los monopolios privados que se limitan a ofrecer salarios cada vez más bajos para los que soliciten los puestos de trabajo cada vez más demandados.
Ambas cosas son contrarias a los convenios internacionales firmados por México. Ambas cosas tienen una historia, cientos de veces avalada por los medios masivos, limitados a la mera reproducción de las declaraciones de funcionarios, sin cuestionar siquiera la veracidad de lo que dicen.
Un reciente estudio de la UNAM refleja las cosas que vienen sucediendo desde hace 30 años: en 1982 los trabajadores podían comprar si querían, 51 kilos de tortillas con un salario mínimo, hoy solamente pueden adquirir cinco kilogramos, es decir, los trabajadores mexicanos son diez veces más pobres.
Este retroceso contraviene el Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales signado por México, al igual que el Protocolo Facultativo de dicho Pacto, que cabe decir que, desde el 5 de mayo pasado son ya exigibles desde el derecho internacional.
Según puntualiza la información, los salarios de los mexicanos son devorados por el incremento constante de los precios. Además, las remuneraciones registran una constante baja, por ejemplo, en 2010, 3.9 millones de trabajadores ganaban hasta cinco veces el salario mínimo –35.0 pesos por día–; no obstante, este número de mexicanos se redujo a 3.5 millones al primer trimestre del 2013.
MONOPOLIOS
Es también notable la concentración económica que está favoreciendo el gobierno de México, y que deriva en el robustecimiento de los monopolios privados, no obstante que la Constitución Política Mexicana prohíbe, en su Artículo 28, que a la letra dice:
“En los estados unidos mexicanos quedan prohibidos los monopolios, las prácticas monopólicas, los estancos y las exenciones de impuestos en los términos y condiciones que fijan las leyes. El mismo tratamiento se dará a las prohibiciones a titulo de protección a la industria”.
Y para que nuestro lector pueda apreciar otro de los aspectos ilícitos de la venta de Pajaritos a Mexichem, vemos otro pasaje constitucional: “la ley castigara severamente, y las autoridades perseguirán con eficacia, toda concentración o acaparamiento en una o pocas manos… todo lo que constituya una ventaja exclusiva indebida a favor de una o varias personas determinadas y con perjuicio del público en general o de alguna clase social”.
Y aclara, para que la ignorancia de políticos, como las recientes declaraciones de Partido de Acción Nacional se ponga en evidencia, pues la Constitución es precisa:
“No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes áreas estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía; petróleo y los demás hidrocarburos; petroquímica básica; minerales radioactivos y generación de energía nuclear; electricidad y las actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión”.
“El Estado contará con los organismos y empresas que requiera para el eficaz manejo de las áreas estratégicas a su cargo y en las actividades de carácter prioritario donde, de acuerdo con las leyes, participe por si o con los sectores social y privado”.
Así entonces, estamos ante la desaparición del Estado a manos de un gobierno que le traiciona, ya que el Estado lo integra el conjunto de leyes y el gobierno tiene la función de hacerlas cumplir. Al no hacerlo el gobierno pierde su legitimidad y se torna en tiranía, en este caso en manos de un conservadurismo apátrida.
Twitter: @JPBiosca
lunes, 3 de diciembre de 2012
¿Una sombra persigue a EPN?
EPN recibe un país al borde del colapso social. Aunque la macroeconomía pinta cifras halagüeñas, éstas solo representan algo para quienes tienen ingresos multimillonarios: para el resto de los mexicanos las cifras son terribles.
Después de un sexenio dedicado a una guerrita con la que Calderón buscó legitimarse, criminalizando la protesta social, la decisión de EPN, igualmente espurio como el anterior, busca legitimarse de una manera que parece ser más inteligente: la creación del sistema de seguridad social universal con una pensión, a partir del próximo año, para todos los adultos mayores de 65 años.
El tiempo dirá si se obtienen logros. Por lo pronto anuncia que este beneficio a la seguridad social se obtendrá con una generación cero de déficit presupuestario.
Serán así dos cosas que complacen a dos tendencias muy distintas de la administración pública, una que se dirige hacia el beneficio social de la riqueza pública y otra a la austeridad administrativa. Si EPN cumple con ambas, logrará apenas un paso en su necesaria legitimación.
Otras respuestas
Promete regular dentro de la ley de Servicio Profesional de Carrera al magisterio. Esto va dirigido sobre todo al personal de las universidades públicas, que ni es acogido por el apartado A del Artículo 123, ni por el B, por lo que los académicos obtendrán garantía respecto de este derecho económico.
Por fin se reactivará el ferrocarril de pasajeros, principalmente en las zonas donde ya ha sido un reclamo de años, como es la zona conurbada de Monterrey–Saltillo y la de la ciudad de México con Querétaro.
Aunque ofrece limitar y sanear las deudas de las entidades, queda pendiente todavía la exigencia de transparencia en estados y municipios.
Protesta social
También queda pendiente liberar a la protesta social de las criminalizaciones que le amenazan. Ya se vio el día de la toma de posesión de EPN como, a quienes protestaban legítimamente se les incrustaron grupos violentos, a los que se calificó de “anarquistas”, y se les acusa de haber “arrojado bombas Molotov”, para detener algunos de los pretendidos causantes.
También se ve en muchas ciudades de México, y de Veracruz, movimiento de cuerpos policiales, que ni combaten el delito ni se justifica su presencia para nada más que crear un clima de terror.
Estas cosas parecen del más depurado cuño priista, al grado que algunos críticos, como Margó Glantz repiten la frase de Carlos Monsiváis: “me duele el olor a PRI”. Estas cosas es deseable que sean superadas, que se respete el derecho de las comunidades indígenas a tener o no proyectos de generadores eólicos; que se frenen las concesiones minera contaminantes, que afectan a comunidades, muchas a la distancia de las minas, como es el caso de las lixiviaciones de mercurio o de arsénico que llegan los mantos freáticos.
Si todo esto se lograra, sin violencia, sin corporaciones policíaco–militares, sin mentiras ni traición, de seguro EPN lograría legitimarse y esto beneficiaría a México y, de paso, a su partido. Lo contrario llevaría a México a un punto de no–retorno que derivaría en la completa ingobernabilidad.
Twitter: @JPBiosca
domingo, 2 de diciembre de 2012
Otro economista para Pemex
No bien salimos de la infamante estulticia y el cinismo de Suárez Coppel, economista del ITAM que desmantelara Pemex, ingresa otro economista de la misma raíz ITAM, Emilio Lozoya Austin, que tiene la firma de ese neoliberalismo cerrado y pragmático que, tal vez, funciona regular en la iniciativa privada, pero que es contradictorio y desarraigado en la empresa pública.
Tal vez un punto académico a su favor es que también tiene una Licenciatura en Derecho por la UNAM, universidad que es financiada por el pueblo de México, y que genera esa conciencia en sus egresados.
Un punto negativo podría ser que tiene Maestría en Desarrollo Internacional y en Administración Pública por la Universidad de Harvard, también dentro de los criterios pragmáticos y deshumanizantes que tienen al mundo actual en la crisis que se ve.
Fue Consejero Ejecutivo del Foro Económico Mundial, lo que deja clara su filiación con las posturas hegemónicas. Fue también Miembro de la Junta Directiva y Co-fundador de Cormus Capital y Presidente de Albacap Holdings, empresa dedicada al manejo de inversiones, lo que traerá la cola de saber qué tipo de especulaciones harán los políticos a través de esta empresa, de la que hay que retener el nombre.
El neoliberal currículum de Emilio Lozoya Austin suma el haber sido director en jefe para América Latina en el Foro Económico Mundial, oficial de inversiones en la Corporación Interamericana de Inversiones del BID, Co-fundador de TerraDesign, otra empresa que dará de qué hablar próximamente.
También es miembro del consejo de administración de la constructora española OHL
Es autor de estudios sobre política monetaria, productividad y competitividad, eficiencia de políticas públicas, educación y sistemas electorales. Nótese: nada que indique su conocimiento del petróleo.
Ha tenido premios: por el Foro Económico Mundial como uno de los Jóvenes con Liderazgo Global, en su iniciativa especial de los Global Leadership Fellows. En 2009, la revista Expansión lo ubicó como unos de los 30 líderes mexicanos destacados con menos de 40 años.
Nació el 9 de diciembre de 1974 y es hijo de Emilio Lozoya Thalmann, quien fuera director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y secretario de Energía en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
El reto para este político es responder a la altura de Petróleos Mexicanos, que es la mayor empresa de México y de América Latina y el mayor contribuyente fiscal del país.
Es de las pocas firmas petroleras del mundo que desarrolla toda la cadena productiva de la industria, desde la exploración, hasta la distribución y comercialización de productos finales.
Aquí el asunto pendiente es maximizar el valor de los activos petroleros y los hidrocarburos del país, satisfaciendo la demanda nacional de productos con la calidad requerida, de forma segura, confiable, rentable y sustentable.
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