miércoles, 14 de diciembre de 2011

Aportaciones al FMI

Es muy delicada la situación de la banca europea y, antes de tomar decisiones para dar más dinero de los mexicanos al FMI, es necesario pensar que es captado por la vía de los impuestos que ahogan a muchas empresas y profesionistas, trabajadores y amas de casa.
Los mexicanos somos muy dados a solidarizarnos con el débil y, al ver la crisis de la banca europea y de la deuda de países que, a pesar de haber sido beneficiados por largo tiempo de las riquezas mexicanas, como España, tienen deudas impagables, como Grecia e Italia.
Pero primero hay que ver que México no es la caja de beneficencia de donde pueden los bancos de todas índole sacar los beneficios que ansían. Primero hay que ver las necesidades reales de los mexicanos.
Los recursos para la educación de profesionistas se han estado restringiendo para las universidades públicas, la falta de un intenso programa para el desarrollo de tecnología limita el desarrollo de empresas, tanto públicas como privadas. Esto ha hecho que decaiga el empleo bien remunerado y que muchos mexicanos estén condenados a la economía informal, a la falta de toda seguridad social.
Y podemos extendernos en una lista interminable de necesidades. Si el Senado de la República pone la vista en México y no en dolores financieros que no los provocó la nobleza ni la generosidad mexicana, debe negar la petición de esos recursos para beneficio de países que escasamente han beneficiado a México. Los actos de solidaridad humana deben empezar por casa.
Seguir el ejemplo del Bundestag Bank de Alemania o del gobierno de la República Popular China es de una elemental prioridad: Primero México y los mexicanos. ¿no es así como se entra de lleno al primer mundo?

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